Trouvé 41 Résultats pour: Lepra

  • el dueño de la casa irá a decir al sacerdote: "He visto en mi casa algo así como lepra". (Levítico 14, 35)

  • el sacerdote entrará para someterla a un nuevo examen; y si la mancha se ha extendido por la casa, entonces se trata de lepra maligna: la casa es impura. (Levítico 14, 44)

  • Este es el ritual concerniente a toda clase de lepra: la tiña, (Levítico 14, 54)

  • la lepra de la ropa y de las casas, (Levítico 14, 55)

  • Así se podrá determinar cuándo se es puro y cuándo impuro. Este es el ritual concerniente a la lepra. (Levítico 14, 57)

  • Apenas la nube se retiró de encima de la Carpa, Miriam se cubrió de lepra, quedando blanca como la nieve. Cuando Aarón se volvió hacia ella y vio que estaba leprosa, (Números 12, 10)

  • Cuando se produzcan casos de lepra, cuida muy bien de hacer exactamente lo que les indiquen los sacerdotes levitas. Pongan cuidado en practicar lo que yo les he mandado. (Deuteronomio 24, 8)

  • ¡Que ella recaiga sobre Joab y sobre toda la casa de su padre! ¡Que nunca falten en la casa de Joab quienes padezcan de blenorrea y de lepra, ni afeminados, ni muertos por la espada, ni hambrientos!". (II Samuel 3, 29)

  • Pero la lepra de Naamán se te pegará a ti y a tu descendencia para siempre". Cuando Guejazí se retiró de su presencia, estaba leproso, blanco como la nieve. (II Reyes 5, 27)

  • El Señor hirió al rey, y éste se enfermó de lepra hasta el día de su muerte. Por eso tuvo que recluirse en una casa apartada, y Jotám, el hijo del rey, estaba al frente del palacio y gobernaba al pueblo del país. (II Reyes 15, 5)

  • Ozías, que tenía el incensario en la mano para ofrecer el incienso, se enfureció contra los sacerdotes. Pero en ese mismo momento le brotó lepra en su frente, delante de los sacerdotes, en el Templo del Señor, junto al altar de los perfumes. (II Crónicas 26, 19)

  • El Sumo Sacerdote Azarías y todos los demás sacerdotes, al volverse hacia él, vieron que tenía lepra en la frente. Entonces lo expulsaron de allí, y él mismo se apresuró a salir porque el Señor lo había herido. (II Crónicas 26, 20)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina