Trouvé 26 Résultats pour: Magistrados

  • Haré llegar oro en lugar de bronce y plata en lugar de hierro; bronce en lugar de madera y hierro en lugar de piedra. Por magistrados te daré la Paz y por gobernantes, la Justicia. (Isaías 60, 17)

  • Luego mandó reunir a los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas, magistrados y a todos los jefes de provincia, para que asistieran a la dedicación de la estatua que había erigido el rey Nabucodonosor. (Daniel 3, 2)

  • Entonces se reunieron los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas, magistrados y todos los jefes de provincia, para la dedicación de la estatua que había erigido el rey Nabucodonosor. Y se pusieron de pie ante la estatua erigida por el rey. (Daniel 3, 3)

  • Después dije: ¡Escuchen, jefes de Jacob y magistrados de la casa de Israel! ¿No les corresponde a ustedes conocer el derecho, (Miqueas 3, 1)

  • ¡Escuchen esto, jefes de la casa de Jacob y magistrados del pueblo de Israel, ustedes, que abominan la justicia y tergiversan el derecho, (Miqueas 3, 9)

  • Cuando los lleven ante las sinagogas, ante los magistrados y las autoridades, no se preocupen de cómo se van a defender o qué van a decir, (Lucas 12, 11)

  • y llevándolos delante de los magistrados, dijeron: «Esta gente está sembrando la confusión en nuestra ciudad. Son unos judíos (Hechos 16, 20)

  • La multitud se amotinó en contra de ellos, y los magistrados les hicieron arrancar la ropa y ordenaron que los azotaran. (Hechos 16, 22)

  • Cuando amaneció, los magistrados enviaron a los inspectores para que dijeran al carcelero: «Deja en libertad a esos hombres». (Hechos 16, 35)

  • El carcelero comunicó entonces a Pablo: «Los magistrados me mandan decir que los deje en libertad; por lo tanto, salgan y vayan en paz». (Hechos 16, 36)

  • Los inspectores repitieron estas palabras a los magistrados; estos, al enterarse de que eran ciudadanos romanos, se asustaron (Hechos 16, 38)

  • Como no los encontraron, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante los magistrados de la ciudad, gritando: «Esos que han revolucionado todo el mundo, han venido también aquí (Hechos 17, 6)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina