Trouvé 148 Résultats pour: Simón

  • Simón llamó entonces a sus dos hijos mayores, Judas y Juan, y les dijo: “Yo, mis hermanos y la familia de mi padre hemos combatido a los enemigos de Israel desde nuestra juventud hasta el día de hoy, y gracias a nosotros se logró más de una vez la liberación de Israel. (I Macabeos 16, 2)

  • Su corazón se ensoberbeció tanto que aspiró a adueñarse del país, y por eso maquinaba pérfidamente la manera de eliminar a Simón y a sus hijos. (I Macabeos 16, 13)

  • Una vez, mientras Simón inspeccionaba las ciudades del país y se ocupaba de su administración, bajó a Jericó, con sus hijos Matatías y Judas. Era en el undécimo mes, el mes de Sabat, del año ciento setenta y siete. (I Macabeos 16, 14)

  • Cuando Simón y sus hijos estuvieron ebrios, Tolomeo y sus hombres se levantaron, empuñaron sus armas, se precipitaron sobre Simón en la sala del banquete y lo mataron, junto con sus dos hijos y algunos de sus servidores. (I Macabeos 16, 16)

  • Pero un tal Simón, de la familia de Bilgá, que había sido designado administrador del Templo, tuvo diferencias con el Sumo Sacerdote en lo relativo al control de los mercados de la ciudad. (II Macabeos 3, 4)

  • y que una parte pertenecía a Hircano, hijo de Tobías, que era un personaje de posición muy elevada. Contrariamente a la calumniosa denuncia de Simón, el total ascendía a cuatrocientos talentos de plata y doscientos de oro. (II Macabeos 3, 11)

  • El susodicho Simón, delator del Tesoro del Templo y traidor de la patria, calumniaba a Onías, como si fuera este el que había maltratado a Heliodoro y el causante de sus desgracias. (II Macabeos 4, 1)

  • La hostilidad llegó a tal punto que uno de los partidarios de Simón cometió varios asesinatos. (II Macabeos 4, 3)

  • Entonces Onías, considerando que aquella rivalidad era peligrosa y que Apolonio, hijo de Menesteo, gobernador de Celesiria y de Fenicia, fomentaba la maldad de Simón, (II Macabeos 4, 4)

  • Él veía, efectivamente, que sin una intervención real, era imposible lograr la pacificación y contener los desatinos de Simón. (II Macabeos 4, 6)

  • Tres años más tarde, Jasón envió a Menelao, hermano del ya mencionado Simón, para llevar el dinero al rey y también para gestionar algunos asuntos importantes. (II Macabeos 4, 23)

  • y puso al frente de cada unidad a sus hermanos Simón, José y Jonatán, con mil quinientos hombres a las ordenes de cada uno. (II Macabeos 8, 22)


“Como Jesus, preparemo-nos a duas ascensões: uma ao Calvário e outra ao Céu. A ascensão ao Calvário, se não for alegre, deve ao menos ser resignada!” São Padre Pio de Pietrelcina