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Solamente cuando estaban reunidos todos los pastores, podían correrla para dar de beber a los animales. Luego la volvían a poner en su lugar, sobre la boca del pozo. (Génesis 29, 3)
Moisés se irritó contra los comandantes del ejército y contra los oficiales de los regimientos de mil y cien soldados, que volvían de la expedición, (Números 31, 14)
Pero cuando moría el juez, volvían a pervertirse más aún que sus antepasados: iban detrás de otros dioses para servirlos y postrarse delante de ellos, sin renunciar en nada a sus malas acciones y a su conducta obstinada. (Jueces 2, 19)
Entonces Elí bendecía a Elcaná y a su mujer, diciendo: "Que el Señor te conceda una descendencia de esta mujer, a cambio de aquel que fue cedido al Señor". Luego se volvían a su casa. (I Samuel 2, 20)
Cada vez que el rey iba a la Casa del Señor, los guardias los llevaban, y luego los volvían a dejar en la sala de guardia. (I Reyes 14, 28)
Cada vez que el rey iba a la Casa del Señor, los guardias los llevaban, y luego los volvían a dejar en la sala de guardia. (II Crónicas 12, 11)
Cuando era el momento de llevar el cofre a la administración real por medio de los levitas, si veían que había mucho dinero venía el secretario del rey y el inspector del Sumo Sacerdote, vaciaban el cofre para retirar el dinero y luego lo volvían a colocar en su lugar. Así se hacía cada día, y se reunía mucho dinero. (II Crónicas 24, 11)
Pero apenas se sentían tranquilos, volvían a hacer el mal delante de ti, y tú los abandonabas en manos de sus enemigos, que los oprimían; ellos volvían a invocarte y tú los oías desde el cielo: ¡cuántas veces los salvaste por tu misericordia! (Nehemías 9, 28)
Cuando los hacía morir, lo buscaban y se volvían a él ansiosamente: (Salmos 78, 34)
Volvían a tentar a Dios y a exasperar al Santo de Israel, (Salmos 78, 41)
Hecho esto, postrados profundamente, suplicaron al Señor que nunca más los dejara caer en semejantes desgracias, y si alguna vez volvían a pecar, los corrigiera él mismo con bondad, en lugar de entregarlos a los paganos blasfemos y crueles. (II Macabeos 10, 4)
Cuando volvían gozosos del combate, reconocieron a Nicanor, tendido en tierra con su armadura. (II Macabeos 15, 28)