Trouvé 48 Résultats pour: aspecto

  • Era muy hermosa y de aspecto sumamente agradable. Su esposo Manasés le había dejado oro y plata, servidores y servidoras, ganados y campos, y ella había quedado como dueña de todo. (Judit 8, 7)

  • Tu aspecto es tan encantador como son hábiles tus palabras: si obras como lo acabas de decir, tu Dios será mi Dios, y tú habitarás en el palacio del rey Nabucodonosor y serás famosa en toda la tierra". (Judit 11, 23)

  • A uno se le partía el alma con solo mirar el rostro del Sumo Sacerdote, porque su aspecto y su palidez revelaban la angustia de su alma. (II Macabeos 3, 16)

  • Eleazar, uno de los principales maestros de la Ley, de edad muy avanzada y de noble aspecto, fue forzado a abrir la boca para comer carne de cerdo. (II Macabeos 6, 18)

  • Sus piernas, columnas de alabastro, asentadas sobre bases de oro puro. Su aspecto es como el Líbano, esbelto como los cedros. (Cantar 5, 15)

  • animales capaces, no sólo de destruirlos de un zarpazo, sino de hacerlos perecer con su aspecto terrorífico. (Sabiduría 11, 19)

  • Así los egipcios, a pesar de su deseo de comer, perdieron el apetito natural, ante el aspecto repugnante de los animales enviados contra ellos; tu pueblo, en cambio, sometido a privación por poco tiempo, participó de un manjar exquisito. (Sabiduría 16, 3)

  • No alabes a un hombre por su buena presencia ni desprecies a nadie por su aspecto. (Eclesiástico 11, 2)

  • Por la mirada se reconoce a un hombre, y por su aspecto, al hombre sabio. (Eclesiástico 19, 29)

  • Así como muchos quedaron horrorizados a causa de él, porque estaba tan desfigurado que su aspecto no era el de un hombre y su apariencia no era más la de un ser humano, (Isaías 52, 14)

  • Él creció como un retoño en su presencia, como una raíz que brota de una tierra árida, sin forma ni hermosura que atrajera nuestras miradas, sin un aspecto que pudiera agradarnos. (Isaías 53, 2)

  • En medio del fuego, vi la figura de cuatro seres vivientes, que por su aspecto parecían hombres. (Ezequiel 1, 5)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina