Trouvé 115 Résultats pour: casas

  • No saquen ninguna carga de sus casas en día sábado, ni hagan ningún trabajo. Santifiquen el día sábado, como yo les ordené a sus padres. (Jeremías 17, 22)

  • ¡Que se oiga el clamor que sale de sus casas, cuando mandes de repente salteadores contra ellos! Porque han cavado una fosa para atraparme y han ocultado trampas bajo mis pies. (Jeremías 18, 22)

  • Las casas de Jerusalén y las casas de los reyes de Judá serán impuras como el lugar de Tófet: sí, todas esas casas sobre cuyos techos se quemó incienso a todo el Ejército de los cielos y se derramaron libaciones a otros dioses. (Jeremías 19, 13)

  • Construyan casas y habítenlas; planten huertas y coman sus frutos; (Jeremías 29, 5)

  • Porque él nos mandó decir a Babilonia: ‘Esto va para largo. Construyan casas, y habítenlas; planten huertas y coman sus frutos...’". (Jeremías 29, 28)

  • Porque así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: De nuevo se comprarán casas, campos y viñas en este país". (Jeremías 32, 15)

  • Los caldeos que combaten contra esta ciudad entrarán en ella, le prenderán fuego y la quemarán, con las casas sobre cuyos techos se quemaba incienso a Baal y se derramaban libaciones a otros dioses, a fin de agraviarme. (Jeremías 32, 29)

  • Porque así habla el Señor, el Dios de Israel, acerca de las casas de esta ciudad y de las casas de los reyes de Judá, derribadas para levantar terraplenes y empalizadas, (Jeremías 33, 4)

  • No edifiquen casas, no siembren semillas, no planten viñas ni tengan nada de eso; habiten en carpas durante toda la vida, a fin de vivir largos días sobre el suelo donde ustedes residen como extranjeros. (Jeremías 35, 7)

  • no edificamos casas para habitar, no tenemos viñas ni campos ni sembrados, (Jeremías 35, 9)

  • Los caldeos incendiaron la casa del rey y las casas del pueblo, y derribaron las murallas de Jerusalén. (Jeremías 39, 8)

  • Incendió la Casa del Señor, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén, y prendió fuego a todas las casas de los nobles. (Jeremías 52, 13)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina