Trouvé 732 Résultats pour: maná del cielo

  • Y cuando levantes los ojos hacia el cielo y veas el sol, la luna, las estrellas y todo el Ejército de los cielos, no te dejes seducir ni te postres para rendirles culto. Porque ellos son la parte que el Señor, tu Dios, ha dado a todos los pueblos que están bajo el cielo. (Deuteronomio 4, 19)

  • yo les juro hoy, poniendo por testigos contra ustedes al cielo y a la tierra, que desaparecerán muy pronto del país que van a poseer cuando crucen el Jordán. No vivirán allí mucho tiempo, porque serán exterminados por completo: (Deuteronomio 4, 26)

  • Pregúntale al tiempo pasado, a los días que te han precedido desde que el Señor creó al hombre sobre la tierra, si de un extremo al otro del cielo sucedió alguna vez algo tan admirable o se oyó una cosa semejante. (Deuteronomio 4, 32)

  • Él te hizo oír su voz desde el cielo para instruirte; en la tierra te mostró su gran fuego, y desde ese fuego tú escuchaste sus palabras. (Deuteronomio 4, 36)

  • Reconoce hoy y medita en tu corazón que el Señor es Dios -allá arriba, en el cielo, y aquí abajo, en la tierra- y no hay otro. (Deuteronomio 4, 39)

  • No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. (Deuteronomio 5, 8)

  • Por eso, escucha, Israel, y empéñate en cumplirlos. Así gozarás de bienestar y llegarás a ser muy numeroso en la tierra que mana leche y miel, como el Señor, tu Dios, te lo ha prometido. (Deuteronomio 6, 3)

  • Te afligió y te hizo sentir hambre, pero te dio a comer el maná, ese alimento que ni tú ni tus padres conocían, para enseñarte que el hombre no vive solamente de pan, sino de todo lo que sale de la boca del Señor. (Deuteronomio 8, 3)

  • y en el desierto te alimentó con el maná, un alimento que no conocieron tus padres. Así te afligió y te puso a prueba, para que tuvieras un futuro dichoso. (Deuteronomio 8, 16)

  • Escucha, Israel. Hoy vas a cruzar el Jordán, para desposeer a naciones más numerosas y fuertes que tú, y a grandes ciudades defendidas por murallas que se alzan hasta el cielo. (Deuteronomio 9, 1)

  • Al Señor, tu Dios, pertenecen el cielo y lo más alto del cielo, la tierra y todo lo que hay en ella. (Deuteronomio 10, 14)

  • Porque cuando tus padres bajaron a Egipto, eran apenas setenta personas, y ahora el Señor te ha hecho numeroso como las estrellas del cielo. (Deuteronomio 10, 22)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina