Trouvé 38 Résultats pour: muchacho

  • Un muchacho vino corriendo y comunicó la noticia a Moisés, con estas palabras: "Eldad y Medad están profetizando en el campamento". (Números 11, 27)

  • Entonces dijo a Iéter, su hijo mayor: "Mátalos aquí mismo". Pero el muchacho tuvo miedo de sacar la espada, porque todavía era muy joven. (Jueces 8, 20)

  • Pero Saúl respondió a David: "Tú no puedes batirte con ese filisteo, porque no eres más que un muchacho, y él es un hombre de guerra desde su juventud". (I Samuel 17, 33)

  • Y al fijar sus ojos en David, el filisteo lo despreció, porque vio que era apenas un muchacho, de tez clara y de buena presencia. (I Samuel 17, 42)

  • Al ver que David salía al encuentro del filisteo, Saúl le había preguntado a Abner, el jefe del ejército: "Abner, ¿de quién es hijo ese muchacho?". "¡Por tu vida, rey, no lo sé!", respondió Abner. (I Samuel 17, 55)

  • Entonces el rey dijo: "Averigua de quién es hijo ese muchacho". (I Samuel 17, 56)

  • Saúl le preguntó: "¿De quién eres hijo, muchacho?". David respondió: "Soy hijo de tu servidor Jesé, el de Belén". (I Samuel 17, 58)

  • Pero si yo digo al muchacho: ‘La tienes más allá’, entonces vete, porque el Señor quiere que te vayas. (I Samuel 20, 22)

  • Luego David le preguntó: "¿De quién eres y de dónde vienes?". Él respondió: "Soy un muchacho egipcio, esclavo de un amalecita. Mi dueño me abandonó hace tres días, porque caí enfermo. (I Samuel 30, 13)

  • El muchacho lo guió, y encontraron a los amalecitas desparramados por toda la comarca, comiendo, bebiendo y festejando por el gran botín que habían recogido en el país de los filisteos y en el país de Judá. (I Samuel 30, 16)

  • Y ahora, Señor, Dios mío, has hecho reinar a tu servidor en lugar de mi padre David, a mí, que soy apenas un muchacho y no sé valerme por mí mismo. (I Reyes 3, 7)

  • Eliseo dijo a Guejazí: "Cíñete el cinturón, toma mi bastón y vete. Si encuentras a alguien por el camino no lo saludes, y si alguien te saluda no le respondas. Coloca mi bastón sobre el rostro del muchacho". (II Reyes 4, 29)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina