Trouvé 220 Résultats pour: obra

  • Todo lo que esté al alcance de tu mano realízalo con tus propias fuerzas, porque no hay obra, ni proyecto, ni ciencia, ni sabiduría, en el Abismo adonde tú irás. (Eclesiastés 9, 10)

  • Así como ignoras cómo llega el aliento vital a los huesos en el seno de la mujer embarazada, así también ignoras la obra de Dios, que hace todas las cosas. (Eclesiastés 11, 5)

  • ¡Qué bellos son tus pies en las sandalias, hija de príncipe! Las curvas de tus caderas son como collares, obra de las manos de un orfebre. (Cantar 7, 2)

  • Hemos nacido por obra del azar, y después será como si no hubiéramos existido. Nuestra respiración no es más que humo, y el pensamiento, una chispa que brota de los latidos del corazón; (Sabiduría 2, 2)

  • Si la prudencia es la que obra, ¿quién más que ella es artífice de todo lo que existe? (Sabiduría 8, 6)

  • y la gente, seducida por el encanto de la obra, convirtió en objeto de adoración al que poco antes honraba como a un hombre. (Sabiduría 14, 20)

  • siendo mortal, con sus manos impías, sólo puede producir una obra muerta. Él vale más que los objetos que adora, ya que él tiene vida, pero aquellos no la tendrán jamás. (Sabiduría 15, 17)

  • No te dejes llevar por todos los vientos ni vayas por cualquier camino: así obra el pecador que habla con doblez. (Eclesiástico 5, 9)

  • Casa a tu hija, y habrás hecho una gran obra, pero dásela a un hombre inteligente. (Eclesiástico 7, 25)

  • Por la mano del artista, la obra es digna de elogio, y el jefe del pueblo se muestra sabio por sus palabras. (Eclesiástico 9, 17)

  • Toda obra corruptible desaparece y el que la hizo se irá con ella. (Eclesiástico 14, 19)

  • No pidas consejo a una mujer sobre su rival, ni a un cobarde sobre la guerra, ni a un comerciante sobre un negocio, ni a un comprador sobre una venta, ni a un envidioso sobre la gratitud, ni a un despiadado sobre un beneficio, ni a un perezoso sobre cualquier trabajo, ni al que trabaja por horas sobre la conclusión de una obra, ni a un servidor holgazán sobre un trabajo difícil: no cuentes con estos para ningún consejo. (Eclesiástico 37, 11)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina