Trouvé 117 Résultats pour: Cortinas de Lino Fino

  • Hizo el velo de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal; bordó en él unos querubines. (Exodo 36, 35)

  • Hizo para la entrada de la Tienda una cortina de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal, labor de recamador, (Exodo 36, 37)

  • Hizo también el atrio; por el lado del Négueb, hacia el sur, estaba el cortinaje del atrio, de lino fino torzal, de cien codos. (Exodo 38, 9)

  • Todos los cortinajes del recinto del atrio eran de lino fino torzal. (Exodo 38, 16)

  • El tapiz de la puerta del atrio era labor de recamador y estaba recamado de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal. Tenía veinte codos de largo; su altura - en el ancho - era de cinco codos, lo mismo que los cortinajes del atrio. (Exodo 38, 18)

  • juntamente con Oholiab, hijo de Ajisamak, de la tribu de Dan, que era artífice, bordador y recamador en púrpura violeta y escarlata, en carmesí y lino fino. (Exodo 38, 23)

  • Hicieron para el servicio del Santuario vestiduras de ceremonia de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino. Hicieron también las vestiduras sagradas de Aarón, como Yahveh había mandado a Moisés. (Exodo 39, 1)

  • Hicieron, pues, el efod, de oro, de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal. (Exodo 39, 2)

  • Batieron oro en láminas y las cortaron en hilos para hacer bordado junto con la púrpura violeta y escarlata, con el carmesi y el lino fino. (Exodo 39, 3)

  • La cinta con que se ciñe el efod era de la misma hechura y formaba con él una sola pieza: era de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal, como Yahveh se lo había mandado a Moisés. (Exodo 39, 5)

  • Bordaron también el pectoral, al estilo de la labor del efod, de oro, púrpura violeta y escarlata, carmesí y lino fino torzal. (Exodo 39, 8)

  • En el ruedo inferior del manto hicieron granadas de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal. (Exodo 39, 24)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina