Trouvé 68 Résultats pour: Marta y María
y muchos judíos habían venido a casa de Marta y María para consolarlas por su hermano. (Juan 11, 19)
Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa. (Juan 11, 20)
Dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. (Juan 11, 21)
Le respondió Marta: «Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.» (Juan 11, 24)
Dicho esto, fue a llamar a su hermana María y le dijo al oído: «El Maestro está ahí y te llama.» (Juan 11, 28)
Jesús todavía no había llegado al pueblo; sino que seguía en el lugar donde Marta lo había encontrado. (Juan 11, 30)
Los judíos que estaban con María en casa consolándola, al ver que se levantaba rápidamente y salía, la siguieron pensando que iba al sepulcro para llorar allí. (Juan 11, 31)
Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: «Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.» (Juan 11, 32)
Dice Jesús: «Quitad la piedra.» Le responde Marta, la hermana del muerto: «Señor, ya huele; es el cuarto día.» (Juan 11, 39)
Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él. (Juan 11, 45)
Le dieron allí una cena. Marta servía y Lázaro era uno de los que estaban con él a la mesa. (Juan 12, 2)
Entonces María, tomando una libra de perfume de nardo puro, muy caro, ungió los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. Y la casa se llenó del olor del perfume. (Juan 12, 3)