Trouvé 178 Résultats pour: Resto

  • El resto de los israelitas, de los sacerdotes y levitas, se estableció en todas las ciudades de Judá, cada uno en su heredad. (Nehemías 11, 20)

  • El joven abrió el pez y tomó la hiel, el corazón y el hígado. Asó parte del pez y lo comió, salando el resto. Luego continuaron su camino, los dos juntos, hasta cerca de Media. (Tobías 6, 6)

  • Los edomitas y ammonitas, por su parte, acamparon en el monte, frente a Dotán, y enviaron destacamentos hacia el sur y el este, frente a Egrebel, que está al lado de Jus, sobre el torrente Mojmur. El resto del ejército asirio quedó acampado en la llanura y cubría toda la superficie del suelo. Sus tiendas y bagajes formaban un campamento inmenso, porque eran una enorme muchedumbre. (Judit 7, 18)

  • Los israelitas, de vuelta de la matanza, se hicieron dueños del resto; también los de las aldeas y granjas de la montaña y del llano obtuvieron gran botín, porque había una abundancia incalculable. (Judit 15, 7)

  • Dejó para defensa de Judea a José, hijo de Zacarías, y a Azarías, jefe del pueblo, con el resto del ejército, (I Macabeos 5, 18)

  • Al resto de la caballería el rey lo colocó a un lado y otro, en los flancos del ejército, con la misión de hostigar al enemigo y proteger las falanges. (I Macabeos 6, 38)

  • «Jonatán, sumo sacerdote, el senado de la nación, los sacerdotes y el resto del pueblo judío saludan a sus hermanos los espartanos. (I Macabeos 12, 6)

  • Envíalos a sus casas, elige algunos hombres que te acompañen y ven conmigo a Tolemaida. Te entregaré la ciudad, las demás fortalezas, el resto de las fuerzas y a todos los funcionarios, y luego emprenderé el regreso pues para eso he venido.» (I Macabeos 12, 45)

  • Esta es la copia de la carta enviada por los espartanos: «Los magistrados y la ciudad de los espartanos saludan al sumo sacerdote Simón, a los ancianos, a los sacerdotes y al resto del pueblo de los judíos, nuestros hermanos. (I Macabeos 14, 20)

  • también ellos por mi simulación y por mi apego a este breve resto de vida, se desvíen por mi culpa y yo atraiga mancha y deshonra a mi vejez. (II Macabeos 6, 25)

  • Al acabar el sábado, dieron una parte del botín a los que habían sufrido la persecución, así como a las viudas y huérfanos; ellos y sus hijos se repartieron el resto. (II Macabeos 8, 28)

  • Con todo cuidado reunieron las armas capturadas en lugares convenientes y llevaron a Jerusalén el resto de los despojos. (II Macabeos 8, 31)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina