Trouvé 38 Résultats pour: Seír

  • A Isaac le di por hijos a Jacob y Esaú. A Esaú le di en propiedad la montaña de Seír. Jacob y sus hijos bajaron a Egipto. (Josué 24, 4)

  • Cuando saliste de Seír, Yahveh, cuando avanzaste por los campos de Edom, tembló la tierra, gotearon los cielos, las nubes en agua se fundieron. (Jueces 5, 4)

  • Hijos de Seír: Lotán, Sobal, Sibón, Aná, Disón, Eser y Disán. (I Crónicas 1, 38)

  • Algunos de los hijos de Simeón, en número de quinientos hombres, se fueron a la montaña de Seír; sus jefes eran Pelatías, Nearías, Refaías, Uzziel, hijos de Yisí: (I Crónicas 4, 42)

  • «Pero ahora, mira que los ammonitas y moabitas y los del monte Seír, a donde no dejaste entrar a Israel cuando salía de la tierra de Egipto, por lo cual Israel se apartó de ellos sin destruirlos, (II Crónicas 20, 10)

  • Y en el momento en que comenzaron las aclamaciones y las alabanzas, Yahveh puso emboscadas contra los ammonitas y moabitas y los del monte Seír, que habían venido contra Judá, y fueron derrotados. (II Crónicas 20, 22)

  • Porque se levantaron los ammonitas y moabitas contra los moradores del monte Seír, para entregarlos al anatema y aniquilarlos, y cuando hubieron acabado con los moradores de Seír se aplicaron a destruirse mutuamente. (II Crónicas 20, 23)

  • los habitantes de la montaña de Seír, los filisteos y el pueblo necio que mora en Siquem. (Eclesiástico 50, 26)

  • Oráculo sobre Duma. Alguien me grita desde Seír: «Centinela, ¿qué hay de la noche? centinela, ¿qué hay de la noche?» (Isaías 21, 11)

  • Así dice el Señor Yahveh: Porque Moab y Seír han dicho: «Mirad, la casa de Judá es igual que todas las naciones», (Ezequiel 25, 8)

  • Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia la montaña de Seír, y profetiza contra ella. (Ezequiel 35, 2)

  • Le dirás: Así dice el Señor Yahveh: Aquí estoy contra ti, montaña de Seír. Voy a extender mi mano contra ti: te convertiré en soledad desolada, (Ezequiel 35, 3)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina