Trouvé 56 Résultats pour: Texto Sagrado

  • ¡Rendid a Yahveh la gloria de su Nombre! Traed ofrendas y en sus atrios entrad. ¡Postraos ante Yahveh en esplendor sagrado! (I Crónicas 16, 29)

  • En tiempo de Artajerjes, Mitrídates, Tabeel y demás colegas suyos escribieron contra Jerusalén a Artajerjes, rey de Persia. El texto del documento estaba en escritura aramea y en lengua aramea. (Esdras 4, 7)

  • Si las gentes del país traen, en día de sábado, mercancías o cualquier otra clase de comestibles para vender, nada les compraremos en día de sábado ni en día sagrado. En el año séptimo abandonaremos el producto de la tierra y todas las deudas. (Nehemías 10, 32)

  • El texto de este escrito debía ser promulgado como ley en todas las provincias, y fue puesto en conocimiento de todos los pueblos a fin de que estuviesen preparados para aquel día. (Ester 3, 14)

  • Le dio también una copia del texto del edicto de exterminio publicado en Susa, para que se lo enseñara a Ester y se informara; y ordenó a la reina que se presentase ante el rey, se ganara su favor y suplicara por su pueblo. (Ester 4, 8)

  • He aquí el texto de la carta: «El gran rey Asuero, a los jefes y gobernadores, súbditos suyos, de las 127 provincias que van desde la India hasta Etiopía, les escribe lo siguiente: (Ester 13, 1)

  • He aquí el texto de la carta: «El gran rey Asuero, a los sátrapas de las 127 provincias comprendidas entre la India y Etiopía, y a todos nuestros fieles súbditos, salud: (Ester 16, 1)

  • Rendid a Yahveh la gloria de su nombre, postraos ante Yahveh en esplendor sagrado. (Salmos 29, 2)

  • Reina Dios sobre las naciones, Dios, sentado en su sagrado trono. (Salmos 47, 9)

  • Salmo. De Asaf. Oh Dios, han invadido tu heredad las gentes, han profanado tu sagrado Templo; han dejado en ruinas a Jerusalén, (Salmos 79, 1)

  • postraos ante Yahveh en esplendor sagrado, ¡tiemble ante su faz la tierra entera! (Salmos 96, 9)

  • Para ti el principado el día de tu nacimiento, en esplendor sagrado desde el seno, desde la aurora de tu juventud. (Salmos 110, 3)


Como distinguir uma tentação de um pecado e como estar certo de que não se pecou? – perguntou um penitente. Padre Pio sorriu e respondeu: “Como se distingue um burro de um homem? O burro tem de ser conduzido; o homem conduz a si mesmo!” São Padre Pio de Pietrelcina