Trouvé 24 Résultats pour: Visita

  • A menos que te sean enviadas por el Altísimo en visita, no abras tu corazón a estas cosas. (Eclesiástico 34, 6)

  • Porque así dice Yahveh Sebaot: «Talad sus árboles y alzad contra Jerusalén un terraplén.» Es la ciudad de visita. Todo el mundo se atropella en su interior. (Jeremías 6, 6)

  • Vanidad son, cosa ridícula; al tiempo de su visita perecerán. (Jeremías 10, 15)

  • Por ende su camino vendrá a ser su despeñadero: a la sima serán empujados y caerán en ella. Porque voy a traer sobre ellos una calamidad, al tiempo de su visita» - oráculo de Yahveh -. (Jeremías 23, 12)

  • Huid, dad media vuelta, buscad profunda morada, moradores de Dedán, porque el infortunio de Esaú he traído sobre él, la hora de su visita. (Jeremías 49, 8)

  • Vanidad son, cosa ridícula; al tiempo de su visita perecerán. (Jeremías 51, 18)

  • Han llegado los días de la visita, han llegado los días de la retribución. ¡Lo sabrá Israel! - «¡El profeta es un necio, un loco el hombre del espíritu!» - Por la grandeza de tu culpa, grande será la hostilidad. (Oseas 9, 7)

  • Su bondad es como cardo, peor que un zarzal su rectitud. ¡El día de tus centinelas, tu visita ha llegado! ¡Ahora será su consternación! (Miqueas 7, 4)

  • y te estrellarán contra el suelo a ti y a tus hijos que estén dentro de ti, y no dejarán en ti piedra sobre piedra, porque no has conocido el tiempo de tu visita.» (Lucas 19, 44)

  • Estoy lleno de alegría por la visita de Estéfanas, de Fortunato y de Acaico, que han suplido vuestra ausencia. (I Corintios 16, 17)

  • Temo que en mi próxima visita el Señor me humille por causa vuestra y tenga que llorar por muchos que anteriormente pecaron y no se convirtieron de sus actos de impureza, fornicación y libertinaje. (II Corintios 12, 21)

  • Tened en medio de los gentiles una conducta ejemplar a fin de que, en lo mismo que os calumnian como malhechores, a la vista de vuestras buenas obras den gloria a Dios en el día de la Visita. (I Pedro 2, 12)


“Quanto maiores forem os dons, maior deve ser sua humildade, lembrando de que tudo lhe foi dado como empréstimo.” São Padre Pio de Pietrelcina