Trouvé 148 Résultats pour: batalla de Amasías

  • y sucedió que cayeron algunos de los judíos que les habían presentado batalla. (II Macabeos 12, 34)

  • Todos aguardaban la decisión inmimente. Los enemigos se habían concentrado y el ejército se había alineado en orden de batalla. Los elefantes se habían situado en lugar apropiado y la caballería estaba dispuesta en las alas. (II Macabeos 15, 20)

  • No porque no pudieses en batalla campal entregar a los impíos en manos de los justos, o aniquilarlos de una vez con feroces fieras o con una palabra inexorable, (Sabiduría 12, 9)

  • He escuchado atentamente: no hablan a derechas. Nadie deplora su maldad diciendo: «¿Qué he hecho?» Todos se extravían, cada cual en su carrera, cual caballo que irrumpe en la batalla. (Jeremías 8, 6)

  • Ordenad escudo y pavés, y avanzad a la batalla. (Jeremías 46, 3)

  • Y oí el ruido de sus alas, como un ruido de muchas aguas, como la voz de Sadday; cuando marchaban, era un ruido atronador, como ruido de batalla; cuando se paraban, replegaban sus alas. (Ezequiel 1, 24)

  • tumulto de guerra se alzará en tu pueblo, y todas tus fortalezas serán devastadas, como Salmán devastó a Bet Arbel el día de la batalla, cuando la madre fue estrellada sobre sus hijos. (Oseas 10, 14)

  • Como estrépito de carros, por las cimas de los montes saltan, como el crepitar de la llama de fuego que devora hojarasca; ¡como un pueblo poderoso en orden de batalla! (Joel 2, 5)

  • El sacerdote de Betel, Amasías, mandó a decir a Jeroboam, rey de Israel: «Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; ya no puede la tierra soportar todas sus palabras. (Amós 7, 10)

  • Y Amasías dijo a Amós: «Vete, vidente; huye a la tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. (Amós 7, 12)

  • Respondió Amós y dijo a Amasías: «Yo no soy profeta ni hijo de profeta, yo soy vaquero y picador de sicómoros. (Amós 7, 14)

  • Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén. Será tomada la ciudad, las casas serán saqueadas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad partirá al cautiverio, pero el Resto del pueblo no será extirpado de la ciudad. (Zacarías 14, 2)


“Diante de Deus ajoelhe-se sempre.” São Padre Pio de Pietrelcina