Trouvé 47 Résultats pour: catorce

  • la catorce, sobre Mattitías, sus hijos y hermanos, doce; (I Crónicas 25, 21)

  • Pero Abías se fortaleció; tomó catorce mujeres y engendró veintidós hijos y dieciséis hijas. (II Crónicas 13, 21)

  • Inmolaron la Pascua el día catorce del mes segundo. También los sacerdotes y los levitas, llenos de confusión, se santificaron y trajeron holocaustos a la Casa de Yahveh. (II Crónicas 30, 15)

  • Josías celebró una Pascua en honor de Yahveh en Jerusalén; inmolaron la Pascua el día catorce del primer mes. (II Crónicas 35, 1)

  • Los deportados celebraron la Pascua el día catorce del primer mes; (Esdras 6, 19)

  • Hizo llamar a Tobías y le dijo: «Durante catorce días no te moverás de aquí; te quedarás conmigo comiendo y bebiendo y llenarás de gozo el corazón de mi hija por sus tristezas pasadas. (Tobías 8, 20)

  • Cuando se pasaron los catorce días con que Ragüel había determinado celebrar la boda de su hija, se dirigió a él Tobías y le dijo: «Déjame regresar, porque estoy seguro que mi padre y mi madre están pensando que ya no van a volver a verme. Así que te ruego, padre, que me permitas regresar al lado de mi padre. Ya te dije en qué situación le he dejado.» (Tobías 10, 8)

  • Los judíos de Susa se reunieron también el día catorce del mes de Adar y mataron en Susa a trescientos hombres, pero no saquearon sus bienes. (Ester 9, 15)

  • Ocurrió esto el día trece del mes de Adar y el día catorce descansaron, convirtiéndolo en un día de alegres festines. (Ester 9, 17)

  • Cuanto a los judíos de Susa, que se habían reunido los días trece y catorce, descansaron el día quince, convirtiéndolo en un día de alegres festines. (Ester 9, 18)

  • Por eso, los judíos diseminados en las ciudades no fortificadas celebran el día catorce del mes de Adar con alegres festines, como día de fiesta, y se envían recíprocos regalos, (19-a) (Ester 9, 19)

  • ordenándoles que celebraran todos los años el día catorce y el día quince del mes de Adar, (Ester 9, 21)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina