Trouvé 95 Résultats pour: conquista de Canaán

  • Hijos de Cam: Kus y Misrayim, Put y Canaán. (I Crónicas 1, 8)

  • Canaán engendró a Sidón, su primogénito, a Jet, (I Crónicas 1, 13)

  • diciendo: «Yo te daré la tierra de Canaán, por parte de vuestra herencia», (I Crónicas 16, 18)

  • les dijo: «Hijos de Canaán, hacedme saber quién es este pueblo establecido en la montaña, qué ciudades habita, cuál es la importancia de su ejército y en qué estriba su poder y su fuerza, qué rey está a su frente y manda a sus soldados, (Judit 5, 3)

  • Su Dios les ordenó salir de su casa y marchar a la tierra de Canaán; se establecieron en ella y fueron colmados de oro, de plata y de gran cantidad de ganado. (Judit 5, 9)

  • Bajaron después a Egipto, porque el hambre se extendió sobre la superficie de la tierra de Canaán, y permanecieron allí mientras tuvieron alimentos. Allí se hicieron muy numerosos, de modo que no se podía contar a los de su raza. (Judit 5, 10)

  • diciendo: «Yo te daré la tierra de Canaán por parte de vuestra herencia». (Salmos 105, 11)

  • Sangre inocente derramaban, la sangre de sus hijos y sus hijas, que inmolaban a los ídolos de Canaán, y fue el país profanado de sangre. (Salmos 106, 38)

  • a Sijón, rey de los amorreos, a Og, rey de Basán, y a todos los reinos de Canaán; (Salmos 135, 11)

  • Después de esto, Jonatán y su hermano Simón, recibieron la noticia de que los hijos de Amrai celebraban una espléndida boda y traían de Nabatá, en medio de gran pompa, a la novia, hija de uno de los principales de Canaán. (I Macabeos 9, 37)

  • Aquel día habrá cinco ciudades en tierra de Egipto que hablarán la lengua de Canaán y que jurarán por Yahveh Sebaot: Ir Haheres se llamará una de ellas. (Isaías 19, 18)

  • Su mano extendió él sobre la mar, hizo estremecer los reinos. Yahveh mandó respecto a Canaán, demoler sus castillos, (Isaías 23, 11)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina