Trouvé 315 Résultats pour: dinero del templo

  • Bajo el efecto del vino, Baltasar mandó traer los vasos de oro y plata que su padre Nabucodonosor se había llevado del Templo de Jerusalén, para que bebieran en ellos el rey, sus dignatorios, sus mujeres y sus concubinas. (Daniel 5, 2)

  • El concertará con muchos una firme alianza una semana; y en media semana hará cesar el sacrificio y la oblación, y en el ala del Templo estará la abominación de la desolación, hasta que la ruina decretada se derrame sobre el desolador.» (Daniel 9, 27)

  • El rey se dirigió, pues, con Daniel al templo de Bel, (Daniel 14, 10)

  • Daniel mandó a sus criados que trajeran ceniza y la esparcieran por todo el suelo del templo, sin más testigo que el rey. Luego salieron, cerraron la puerta, la sellaron con el anillo real, y se fueron. (Daniel 14, 14)

  • Y el rey mandó matarlos y entregó a Bel en manos de Daniel, el cual lo destruyó, así como su templo. (Daniel 14, 22)

  • Así dice Yahveh: ¡Por tres crímenes de Israel y por cuatro, seré inflexible! Porque venden al justo por dinero y al pobre por un par de sandalias; (Amós 2, 6)

  • para comprar por dinero a los débiles y al pobre por un par de sandalias, para vender hasta el salvado del grano?» (Amós 8, 6)

  • Yo dije: ¡Arrojado estoy de delante de tus ojos! ¿Cómo volveré a contemplar tu santo Templo? (Jonás 2, 5)

  • Cuando mi alma en mí desfallecía me acordé de Yahveh, y mi oración llegó hasta ti, hasta tu santo Templo. (Jonás 2, 8)

  • ¡Escuchad, pueblos todos, atiende tierra y cuanto encierras! ¡Sea testigo Yahveh contra vosotros, el Señor desde su santo Templo! (Miqueas 1, 2)

  • Sus jefes juzgan por soborno, sus sacerdotes enseñan por salario, sus profetas vaticinan por dinero, y se apoyan en Yahveh diciendo: «¿No está Yahveh en medio de nosotros? ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal!» (Miqueas 3, 11)

  • Mas Yahveh está en su santo Templo: ¡silencio ante él, tierra entera! (Habacuc 2, 20)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina