Trouvé 132 Résultats pour: enemigo

  • Despierta tu furor y derrama tu ira, extermina al adversario, aniquila al enemigo. (Eclesiástico 36, 6)

  • ¿No es para uno una mortal tristeza un compañero o amigo trocado en enemigo? (Eclesiástico 37, 2)

  • Mas ellos se rebelaron y contristaron a su Espíritu santo, y él se convirtió en su enemigo, guerreó contra ellos. (Isaías 63, 10)

  • ¿Por qué el enemigo ha invalido tu santuario, tu santuario han pisoteado nuestros opresores? (Isaías 63, 18)

  • No salgáis al campo, no andéis por el camino, que el enemigo lleva espada: terror por doquier. (Jeremías 6, 25)

  • Como el viento solano los esparciré delante del enemigo. La espalda, que no la cara, les mostraré el día de su infortunio. (Jeremías 18, 17)

  • Todos tus amantes te olvidaron, por tu salud no preguntaron. Porque con herida de enemigo te herí, castigo de hombre cruel, (por tu gran culpa, porque son enormes tus pecados). (Jeremías 30, 14)

  • Así dice Yahveh: Mirad que yo entrego al Faraón Jofrá, rey de Egipto, en manos de sus enemigos y de los que buscan su muerte, como entregué a Sedecías, rey de Judá, en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, su enemigo, que buscaba su muerte.» (Jeremías 44, 30)

  • Tet. Su inmundicia se pega a su ropa; no pensó ella en su fin, ¡y ha caído asombrosamente! No hay quien la consuele. «¡Mira, Yahveh, mi miseria, que el enemigo se agiganta!» (Lamentaciones 1, 9)

  • Ain. Por esto lloro yo; mi ojo, mi ojo se va en agua, porque está lejos de mí el consolador que reanime mi alma. Mis hijos están desolados, porque ha ganado el enemigo. (Lamentaciones 1, 16)

  • Guímel. En el ardor de su cólera ha quebrado todo el vigor de Israel; ha echado atrás su diestra de frente al enemigo; ha prendido en Jacob como fuego llameante que devora a la redonda. (Lamentaciones 2, 3)

  • Dálet. Ha tensado su arco, igual que un enemigo, ha afirmado su diestra; como un adversario ha matado a todos los que eran encanto de los ojos; en la tienda de la hija de Sión ha vertido su furor como fuego. (Lamentaciones 2, 4)


“Sejam como pequenas abelhas espirituais, que levam para sua colméia apenas mel e cera. Que, por meio de sua conversa, sua casa seja repleta de docilidade, paz, concórdia, humildade e piedade!” São Padre Pio de Pietrelcina