Trouvé 17 Résultats pour: escape

  • Entonces David dijo a todos los servidores que estaban con él en Jerusalén: «Levantaos y huyamos, porque no tenemos escape ante Absalón. Apresuraos a partir, no sea que venga a toda prisa y nos dé alcance, vierta sobre nosotros la ruina y pase la ciudad a filo de espada.» (II Samuel 15, 14)

  • Entonces David dijo a Abisay: «Ahora Seba, hijo de Bikrí, nos va a hacer más mal que Absalón. Toma los veteranos de tu señor y parte en su persecución para que no alcance las ciudades fortificadas y se nos escape.» (II Samuel 20, 6)

  • Elías les dijo: «Echad mano a los profetas de Baal, que no escape ninguno de ellos»; les echaron mano y Elías les hizo bajar al torrente de Quisón, y los degolló allí. (I Reyes 18, 40)

  • Al que escape a la espada de Jazael le hará morir Jehú, y al que escape a la espada de Jehú, le hará morir Eliseo. (I Reyes 19, 17)

  • Un ninivita fue a denunciarme al rey de que yo los había enterrado en secreto. Cuando supe que el rey tenía informes acerca de mí, y que me buscaba para matarme, tuve miedo y escapé. (Tobías 1, 19)

  • Porque él es quien castiga y tiene compasión; el que hace descender hasta el más profundo Hades de la tierra y el que hace subir de la gran Perdición, sin que haya nada que escape de su mano. (Tobías 13, 2)

  • ¿Qué sabes tú, que nosotros no sepamos? ¿qué comprendes, que a nosotros se escape? (Job 15, 9)

  • Es, en mi seno, como vino sin escape, que hace reventar los odres nuevos. (Job 32, 19)

  • A un extremo del cielo es su salida, y su órbita llega al otro extremo, sin que haya nada que a su ardor escape. (Salmos 19, 7)

  • Por su iniquidad, ¿habrá escape para ellos? ¡Abate, oh Dios, a los pueblos en tu cólera! (Salmos 56, 8)

  • ¡Sácame del cieno, no me hunda, escape yo a los que me odian, a las honduras de las aguas! (Salmos 69, 15)

  • No te prives de pasarte un buen día, no se te escape la posesión de un deseo legítimo. (Eclesiástico 14, 14)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina