Trouvé 77 Résultats pour: lluvia

  • Di a los que lo recubren de argamasa: ¡Que haya una lluvia torrencial, que caiga granizo y un viento de tormenta se desencadene, (Ezequiel 13, 11)

  • Pues bien, así dice el Señor Yahveh: Voy a desencadenar en mi furor un viento de tormenta, una lluvia torrencial habrá en mi cólera, granizos caerán en mi furia destructora. (Ezequiel 13, 13)

  • Hijo de hombre, dile: Eres una tierra que no ha tenido lluvia ni inundación en el día de la Ira; (Ezequiel 22, 24)

  • Yo los asentaré en los alrededores de mi colina, y mandaré a su tiempo la lluvia, que será una lluvia de bendición. (Ezequiel 34, 26)

  • Le castigaré con la peste y la sangre, haré caer una lluvia torrencial, granizos, fuego y azufre, sobre él, sobre sus huestes y sobre los numerosos pueblos que van con él. (Ezequiel 38, 22)

  • Lluvia toda y rocío, bendecid al Señor, cantadle, exaltadle eternamente. (Daniel 3, 64)

  • Conozcamos, corramos al conocimiento de Yahveh: cierta como la aurora es su salida; vendrá a nosotros como la lluvia temprana, como la lluvia tardía que riega la tierra.» (Oseas 6, 3)

  • ¡Hijos de Sión, jubilad, alegraos en Yahveh vuestro Dios! Porque él os da la lluvia de otoño, con justa medida, y hace caer para vosotros aguacero de otoño y primavera como antaño. (Joel 2, 23)

  • También os he cerrado la lluvia, a tres meses todavía de la siega; he hecho llover sobre una ciudad, y sobre otra ciudad no he hecho llover; una parcella recibía lluvia, y otra parcella, falta de lluvia, se secaba; (Amós 4, 7)

  • Y será el Resto de Jacob, en medio de pueblos numerosos, como rocío que viene de Yahveh, como lluvia sobre la hierba, él, que no espera en el hombre ni aguarda nada de los hijos de hombre. (Miqueas 5, 6)

  • Por eso, por culpa vuestra, los cielos han negado la lluvia y la tierra ha negado su producto. (Ageo 1, 10)

  • Pedid a Yahveh la lluvia en tiempo de primavera. Yahveh, el que hace las nubes de tormenta, lluvia copiosa les dará, hierba en su campo a cada uno. (Zacarías 10, 1)


“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina