Trouvé 297 Résultats pour: sacrificio humano
El concertará con muchos una firme alianza una semana; y en media semana hará cesar el sacrificio y la oblación, y en el ala del Templo estará la abominación de la desolación, hasta que la ruina decretada se derrame sobre el desolador.» (Daniel 9, 27)
«De su parte surgirán fuerzas armadas, profanarán el santuario - ciudadela, abolirán el sacrificio perpetuo y pondrán allí la abominación de la desolación. (Daniel 11, 31)
Contando desde el momento en que sea abolido el sacrificio perpetuo e instalada la abominación de la desolación: mil doscientos noventa días. (Daniel 12, 11)
Porque yo quiero amor, no sacrificio, conocimiento de Dios, más que holocaustos. (Oseas 6, 6)
Y aquellos hombres temieron mucho a Yahveh; ofrecieron un sacrificio a Yahveh y le hicieron votos. (Jonás 1, 16)
¡Silencio ante el Señor Yahveh, porque el Día de Yahveh está cerca! Sí, Yahveh ha preparado un sacrificio, ha consagrado a sus invitados. (Sofonías 1, 7)
Sucederá en el día del sacrificio de Yahveh que yo visitaré a los príncipes, a los hijos del rey, y a todos los que visten vestido extranjero. (Sofonías 1, 8)
Y cuando presentáis para el sacrificio una res ciega, ¿no está mal? Y cuando presentáis una coja o enferma, ¿no está mal? Anda, ofrécesela a tu gobernador: ¿se te pondrá contento o te acogerá con agrado?, dice Yahveh Sebaot. (Malaquías 1, 8)
Pues desde el sol levante hasta el poniente, grande es mi Nombre entre las naciones, y en todo lugar se ofrece a mi Nombre un sacrificio de incienso y una oblación pura. Pues grande es mi Nombre entre las naciones, dice Yahveh Sebaot. (Malaquías 1, 11)
Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.» (Mateo 9, 13)
Si hubieseis comprendido lo que significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio, no condenaríais a los que no tienen culpa. (Mateo 12, 7)
y para ofrecer en sacrificio un par de tórtolas o dos pichones , conforme a lo que se dice en la Ley del Señor. (Lucas 2, 24)