Trouvé 70 Résultats pour: venta de esclavos

  • comerá una porción igual a la de ellos, aparte lo que obtenga por la venta de sus bienes patrimoniales. (Deuteronomio 18, 8)

  • Yahveh volverá a llevarte a Egipto en barcos, por ese camino del que yo te había dicho: «No volverás a verlo más.» Y allí os ofreceréis en venta a vuestros enemigos como esclavos y esclavas, pero no habrá ni comprador. (Deuteronomio 28, 68)

  • Sacará el diezmo de vuestros rebaños y vosotros mismos seréis sus esclavos. (I Samuel 8, 17)

  • Si es capaz de pelear conmigo y me mata, seremos vuestros esclavos pero si yo le venzo y le mato, seréis nuestros esclavos y nos serviréis.» (I Samuel 17, 9)

  • por esto, voy a hacer venir el mal sobre la casa de Jeroboam y quitaré a Jeroboam todos los varones, esclavos o libres en Israel, barreré a fondo la casa de Jeroboam como se barre del todo la basura. (I Reyes 14, 10)

  • Una de las mujeres de la comunidad de los profetas clamó a Eliseo diciendo: «Tu siervo, mi marido, ha muerto; tú sabes que tu siervo temía a Yahveh. Pero el acreedor ha venido a tomar mis dos hijos para esclavos suyos.» (II Reyes 4, 1)

  • Toda la casa de Ajab perecerá y exterminaré a todos los varones de Ajab, libres o esclavos, en Israel. (II Reyes 9, 8)

  • Y a los que escaparon de la espada los llevó cautivos a Babilonia, donde fueron esclavos de él y de sus hijos hasta el advenimiento del reino de los persas; (II Crónicas 36, 20)

  • Porque esclavos fuimos nosotros, pero en nuestra esclavitud nuestro Dios no nos ha abandonado; nos ha granjeado el favor de los reyes de Persia, dándonos ánimos para levantar de nuevo la Casa de nuestro Dios y restaurar sus ruinas y procurándonos un valladar seguro en Judá y Jerusalén. (Esdras 9, 9)

  • y siendo así que tenemos la misma carne que nuestros hermanos, y que nuestros hijos son como sus hijos, sin embargo tenemos que entregar como esclavos a nuestros hijos y a nuestras hijas; ¡hay incluso entre nuestras hijas quienes son deshonradas! Y no podemos hacer nada, ya que nuestros campos y nuestras viñas pertenecen a otros.» (Nehemías 5, 5)

  • Míranos hoy a nosotros esclavos, y en el país que habías dado a nuestros padres para gozar de sus frutos y bienes, mira que aquí en servidumbre nos sumimos. (Nehemías 9, 36)

  • y ellos, sus mujeres, sus hijos y sus ganados, los forasteros residentes, los jornaleros y los esclavos, se ciñeron de sayal. (Judit 4, 10)


“Diga ao Senhor: Faça em mim segundo a Tua vontade, mas antes de mandar-me o sofrimento, dê-me forças para que eu possa sofrer com amor.”. São Padre Pio de Pietrelcina