Trouvé 490 Résultats pour: Aceite Santo

  • Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo. (Hechos 13, 52)

  • Y Dios, conocedor de los corazones, dio testimonio en su favor, dándoles el Espíritu Santo, igual que a nosotros; (Hechos 15, 8)

  • Porque el Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no poneros ninguna carga más que estas imprescindibles: (Hechos 15, 28)

  • Atravesaron Frigia y la región de Galacia, pues el Espíritu Santo les impidió anunciar la palabra en Asia. (Hechos 16, 6)

  • y les preguntó: "¿Habéis recibido el Espíritu Santo al abrazar la fe?". Ellos contestaron: "Ni siquiera hemos oído decir que haya Espíritu Santo". (Hechos 19, 2)

  • Cuando Pablo les impuso las manos, descendió sobre ellos el Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas extrañas y a profetizar. (Hechos 19, 6)

  • únicamente sé que el Espíritu Santo me asegura en todas las ciudades que me esperan prisiones y tribulaciones. (Hechos 20, 23)

  • Cuidad de vosotros y de todo el rebaño del que el Espíritu Santo os ha constituido como guardianes para apacentar la Iglesia de Dios, que ha adquirido con su propia sangre. (Hechos 20, 28)

  • el cual fue a nuestro encuentro, tomó el cinto de Pablo, se ató los pies y las manos, y dijo: "Esto dice el Espíritu Santo: Así atarán en Jerusalén los judíos al hombre de quien es este cinto y lo entregarán en manos de los paganos". (Hechos 21, 11)

  • gritando: "Israelitas, ayudadnos: éste es el hombre que va enseñando por todas partes y a todos contra el pueblo, contra la ley, contra este lugar; más aún, ha metido a los griegos en el templo, profanando este lugar santo". (Hechos 21, 28)

  • Al despedirse sin ponerse de acuerdo unos con otros, Pablo terminó con estas palabras: "Con razón dijo el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías: (Hechos 28, 25)

  • y la esperanza no nos defrauda, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos ha dado. (Romanos 5, 5)


“Quem te agita e te atormenta é o demônio.Quem te consola é Deus”! São Padre Pio de Pietrelcina