Trouvé 178 Résultats pour: Altares de Incienso

  • como fuego e incienso en el incensario, como vaso de oro macizo, adornado con toda clase de piedras preciosas; (Eclesiástico 50, 9)

  • para traerme ofrendas vanas; me causa horror su incienso. Novilunios, sábados, asambleas..., ¡ya no soporto más sacrificios ni fiestas! (Isaías 1, 13)

  • Ya no mirará más a los altares, obra de sus manos, ni contemplará lo que sus dedos hicieron: los troncos sagrados y las estelas del sol. (Isaías 17, 8)

  • Así será perdonado el crimen de Jacob; éste será todo el precio del perdón de su pecado: que reduzca todas las piedras de los altares a piedras calizas pulverizadas; que no se alcen más columnas sagradas ni estelas solares. (Isaías 27, 9)

  • Acaso me diréis: Nosotros confiamos en el Señor, nuestro Dios; pero ¿no es ése precisamente el Dios cuyas colinas y cuyos altares suprimió Ezequías, ordenando a Judá y a Jerusalén: Sólo ante este altar os debéis prosternar? (Isaías 36, 7)

  • No me has ofrecido corderos en holocausto, ni me has honrado con tus sacrificios. Yo no te forcé a hacerme ofrendas, no he insistido en que me ofrecieras incienso. (Isaías 43, 23)

  • Multitud de camellos te cubrirá, dromedarios de Madián y de Efá; todos vendrán de Sabá, trayendo oro e incienso y cantando las glorias del Señor. (Isaías 60, 6)

  • a un pueblo que me provocaba a la cara continuamente, sacrificando en los huertos, quemando incienso en ladrillos, (Isaías 65, 3)

  • de sus crímenes y los de sus padres juntamente -dice el Señor-, los que quemaron incienso en los montes y en las colinas me ultrajaron. Mediré bien su merecido y se lo echaré en su corazón. (Isaías 65, 7)

  • Se sacrifica un toro, se mata a un hombre, se inmola una oveja, se estrangula un perro; se ofrece sangre de cerdo, se quema incienso adorando a un ídolo. Como ellos gustan de seguir sus caminos y su alma se complace en sus horrores, (Isaías 66, 3)

  • Y yo pronunciaré mis sentencias contra ellas, contra toda su malicia, porque me han abandonado para quemar incienso a dioses extraños, para postrarse ante la obra de sus manos. (Jeremías 1, 16)

  • ¿Qué me importa el incienso traído de Sabá y la caña aromática que viene de lejano país? Vuestros holocaustos no me agradan, ni vuestros sacrificios me complacen. (Jeremías 6, 20)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina