Trouvé 42 Résultats pour: Habitar

  • y en presencia del Señor, en el lugar elegido por él para hacer habitar en él su nombre, allí comerás el diezmo de tu trigo, de tu mosto, de tu aceite y los primogénitos de tu ganado mayor o menor, para que aprendas a respetar al Señor, tu Dios, en todo momento. (Deuteronomio 14, 23)

  • Si el camino fuera largo para poder llevarlos allá; si una gran distancia te separa del lugar que el Señor, tu Dios, haya elegido para hacer habitar en él su nombre, cuando el Señor, tu Dios, te haya bendecido, (Deuteronomio 14, 24)

  • Inmolarás como víctima pascual al Señor, tu Dios, ganado mayor y menor en el lugar elegido por él, para hacer habitar allí su nombre. (Deuteronomio 16, 2)

  • sino solamente en el lugar elegido por él para hacer habitar en él su nombre inmolarás la pascua; y lo harás al atardecer, al ponerse el sol, a la hora de tu salida de Egipto. (Deuteronomio 16, 6)

  • En presencia del Señor, tu Dios, en el lugar elegido por él para hacer habitar su nombre, allí te regocijarás tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tu ciudad. (Deuteronomio 16, 11)

  • tomarás las primicias de todos los frutos del suelo que hayas hecho germinar en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, las pondrás en una cesta e irás con ella al lugar elegido por el Señor, tu Dios, para hacer habitar en él su nombre. (Deuteronomio 26, 2)

  • Los hijos de José formaban dos tribus: Manasés y Efraín. No se dio parte alguna a los levitas en la tierra, sino solamente algunas ciudades para habitar, y pastos para sus ganados y rebaños. (Josué 14, 4)

  • David dijo a Aquís: "Si quieres hacerme un favor, te suplico que me des un lugar en una de las ciudades del campo para habitar allí. Porque no está bien que tu siervo viva junto a ti en la capital del reino". (I Samuel 27, 5)

  • Pero, ¿será posible que Dios pueda habitar sobre la tierra? Si los cielos en toda su inmensidad no te pueden contener; ¡cuánto menos este templo que yo he construido! (I Reyes 8, 27)

  • Los primeros en volver a habitar en sus dominios y ciudades fueron israelitas laicos, sacerdotes, levitas y servidores del templo. (I Crónicas 9, 2)

  • Salomón trasladó a la hija del Faraón de la ciudad de David al palacio que había construido para ella, pues se decía: "Una mujer mía no puede habitar en el palacio de David, rey de Israel, porque los lugares donde ha estado el arca del Señor son lugares santos". (II Crónicas 8, 11)

  • y una carta dirigida a Asaf, el guarda del parque real, para que me dé madera de construcción para las puertas de la ciudadela del templo, para la muralla de la ciudad y la casa en que he de habitar yo". El rey me lo concedió, porque mi Dios me protegía. (Nehemías 2, 8)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre todo o bem que ela ainda pode fazer”. São Padre Pio de Pietrelcina