Trouvé 78 Résultats pour: Harina

  • Otros cuidaban del mobiliario, de los objetos sagrados, de la flor de harina, del vino, del aceite, del incienso y los perfumes. (I Crónicas 9, 29)

  • Más aún, desde los alrededores inmediatos hasta las lejanas tribus de Isacar, Dan y Neftalí venían a Hebrón con asnos, camellos, mulos y bueyes con pan, harina, higos, pasas, vino, aceite, ganado mayor y menor en abudancia, pues era fiesta en Israel. (I Crónicas 12, 41)

  • Estaban encargados también de los panes de la proposición, de la flor de harina para la ofrenda, de las tortas de pan sin levadura, de las tortas fritas y cocidas y de las medidas de capacidad y longitud. (I Crónicas 23, 29)

  • traer además a los sacerdotes, a las salas del templo de nuestro Dios, las primicias de nuestra harina, de los frutos de toda clase de árboles, del vino y del aceite; y dar la décima parte de nuestras cosechas a los levitas -los levitas mismos lo recogerán en todas las ciudades de nuestra labranza-. (Nehemías 10, 38)

  • Incendiaron la puerta y derramaron sangre inocente. Acudimos al Señor, y fuimos escuchados; ofrecimos sacrificios y flor de harina, encendimos las lámparas y presentamos los panes. (II Macabeos 1, 8)

  • Ser agradecidos a Dios es ofrecer flor de harina, y quien hace limosna ofrece sacrificio de acción de gracias. (Eclesiástico 35, 2)

  • Ofrece incienso y una ofrenda de flor de harina, y generosos sacrificios según tus medios. (Eclesiástico 38, 11)

  • Las cosas indispensables para la vida del hombre son: el agua y el fuego, el hierro y la sal, la harina de trigo, la leche y la miel, el jugo de racimo, el aceite y el vestido. (Eclesiástico 39, 26)

  • Toma la muela y muele la harina; quítate el velo, levántate el vestido, descubre tus piernas, vadea los arroyos. (Isaías 47, 2)

  • Los niños amontonan leña y los padres encienden el fuego; las mujeres amasan harina para hacer tortas a la reina del cielo y presentan ofrendas en honor de dioses extranjeros para herirme a mí. (Jeremías 7, 18)

  • Brillabas así de oro y de plata, cubierta de lino fino, de seda y bordados; flor de harina, miel y aceite era tu alimento. Te hiciste cada vez más hermosa y llegaste a la dignidad real. (Ezequiel 16, 13)

  • El pan que yo te había dado, la flor de harina, el óleo y la miel con que te alimentaba lo presentaste ante ellas, como ofrenda de perfume agradable, dice el Señor Dios. (Ezequiel 16, 19)


“O bem dura eternamente.” São Padre Pio de Pietrelcina