Trouvé 5853 Résultats pour: Hijo de Dios

  • La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: "¿Es cierto que os ha dicho Dios: No comáis de ningún árbol del jardín?". (Génesis 3, 1)

  • Sólo del fruto del árbol que está en medio del jardín nos ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo toquéis siquiera, bajo pena de muerte". (Génesis 3, 3)

  • Antes bien, Dios sabe que en el momento en que comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses, conocedores del bien y del mal". (Génesis 3, 5)

  • Oyeron después los pasos del Señor Dios, que se paseaba por el jardín a la brisa de la tarde, y el hombre y su mujer se escondieron de su vista entre los árboles del jardín. (Génesis 3, 8)

  • Pero el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: "¿Dónde estás?". (Génesis 3, 9)

  • El Señor Dios prosiguió: "¿Quién te ha hecho saber que estabas desnudo? ¿No habrás comido del árbol del que te prohibí comer?". (Génesis 3, 11)

  • El Señor Dios dijo a la mujer: "¿Qué es lo que has hecho?". Y la mujer respondió: "La serpiente me engañó y comí". (Génesis 3, 13)

  • El Señor Dios dijo a la serpiente: "Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los ganados y entre todas las bestias del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre y comerás del polvo de la tierra todos los días de tu vida. (Génesis 3, 14)

  • El Señor Dios hizo al hombre y a su mujer unas túnicas de piel y los vistió. (Génesis 3, 21)

  • El Señor Dios lo expulsó del jardín de Edén para que trabajase la tierra de la que había sido sacado. (Génesis 3, 23)

  • Caín tuvo relaciones con su mujer, la cual concibió y dio a luz a Henoc. Más tarde se puso a construir una ciudad, a la que dio el nombre de su hijo Henoc. (Génesis 4, 17)

  • Adán tuvo de nuevo relaciones con su mujer, y ésta dio a luz un hijo, a quien puso por nombre Set, "porque Dios, dijo, me ha dado otro descendiente en lugar de Abel, al que mató Caín". (Génesis 4, 25)


“Uma Missa bem assistida em vida será mais útil à sua salvação do que tantas outras que mandarem celebrar por você após sua morte!” São Padre Pio de Pietrelcina