Trouvé 170 Résultats pour: Juan

  • Bernabé y Saulo, después de haber cumplido su misión, volvieron de Jerusalén, llevando consigo a Juan Marcos. (Hechos 12, 25)

  • Al llegar a Salamina, se pusieron a anunciar la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan como auxiliar. (Hechos 13, 5)

  • Pablo y los suyos zarparon de Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Juan los dejó y se volvió a Jerusalén. (Hechos 13, 13)

  • Antes de su venida, Juan había predicado a todo el pueblo de Israel un bautismo de conversión. (Hechos 13, 24)

  • Cuando estaba para terminar su misión, Juan decía: Yo no soy lo que vosotros creéis que soy, sino que viene en pos de mí aquel de quien no soy digno de desatar la sandalia. (Hechos 13, 25)

  • Bernabé quería llevar también a Juan Marcos. (Hechos 15, 37)

  • Había sido instruido en el camino del Señor. Lleno de entusiasmo, hablaba y enseñaba con bastante exactitud lo referente a Jesús, aunque sólo conocía el bautismo de Juan. (Hechos 18, 25)

  • Él les preguntó: "¿Pues qué bautismo habéis recibido?". Ellos contestaron: "El bautismo de Juan". (Hechos 19, 3)

  • Pablo dijo: "Juan bautizó con bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyese en el que había de venir después de él, es decir, en Jesús". (Hechos 19, 4)

  • y Santiago, Pedro y Juan, que eran considerados como columnas, reconocieron que Dios me ha dado este privilegio, y nos dieron la mano a mí y a Bernabé en señal de que estaban de acuerdo en que nosotros nos dedicáramos a los paganos (Gálatas 2, 9)

  • Revelación de Jesucristo, que Dios le ha dado para mostrar a sus servidores lo que va a suceder en seguida; Dios la ha dado a conocer, por medio de un ángel, a su siervo Juan, (Apocalipsis 1, 1)

  • Juan, a las siete Iglesias de Asia: a vosotros la gracia y la paz de parte del que es, el que era y el que viene, y de parte de los siete espíritus que están delante de su trono; (Apocalipsis 1, 4)


“Enquanto estivermos vivos sempre seremos tentados. A vida é uma contínua luta. Se às vezes há uma trégua é para respirarmos um pouco.” São Padre Pio de Pietrelcina