Trouvé 151 Résultats pour: Lengua

  • no está todavía la palabra en mi lengua y ya, Señor, tú la conoces por entero. (Salmos 139, 4)

  • aguzan su lengua como las serpientes, veneno de víbora tienen en sus labios. (Salmos 140, 4)

  • mandó cortar la lengua del que había hablado en nombre de todos, desollarle la cabeza y cortarle las extremidades, mientras sus hermanos y su madre lo presenciaban. (II Macabeos 7, 4)

  • Él contestó en lengua patria: "No". Por esto se le dio el mismo tormento que al primero. (II Macabeos 7, 8)

  • A continuación fue torturado el tercero. Le mandaron sacar la lengua; la sacó rápidamente (II Macabeos 7, 10)

  • Rebosando sentimientos generosos, exhortaba a cada uno en la lengua materna; y robusteciendo con ánimo varonil la fragilidad femenina, (II Macabeos 7, 21)

  • Se inclinó hacia él, y burlándose del cruel tirano, dijo en lengua patria: "Hijo mío, ten compasión de mí, que durante nueve meses te llevé en mi seno, y te he amamantado durante tres años y te he alimentado y te he criado y educado hasta la edad que ahora tienes. (II Macabeos 7, 27)

  • Luego, entonando un canto de guerra en lengua patria, se lanzó de improviso contra las tropas de Gorgias y las puso en fuga. (II Macabeos 12, 37)

  • Estalló entonces un gran clamor y alarido, bendiciendo al todopoderoso en su lengua patria. (II Macabeos 15, 29)

  • y, cortando la lengua del blasfemo Nicanor, mandó darla a las aves y colgar la mano derecha delante del templo en castigo de su locura. (II Macabeos 15, 33)

  • los ojos altaneros, la lengua mentirosa, las manos que derraman sangre inocente, (Proverbios 6, 17)

  • Plata pura es la lengua del justo, el corazón de los malvados bien poco vale. (Proverbios 10, 20)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina