Trouvé 67 Résultats pour: Llanura

  • Los hijos de José replicaron: "La montaña no nos basta; pero los cananeos que viven en la llanura tienen carros de hierro, lo mismo que los de Betsán y sus aldeas y los de la llanura de Yezrael". (Josué 17, 16)

  • bajaba al final de la montaña que está frente al valle de Ben-Hinnón, al norte de la llanura de los refaimitas, y por el valle de Ben-Hinnón, al lado de los jebuseos, hacia el sur, hasta En Rogel; (Josué 18, 16)

  • En Transjordania, frente a Jericó, de la tribu de Rubén, como ciudades de refugio para los homicidas: Béser, en el desierto, y Yahás, en la llanura, (Josué 21, 36)

  • El Señor estaba con Judá, que conquistó la montaña; pero no pudo expulsar a los habitantes de la llanura, porque tenían carros de guerra. (Jueces 1, 19)

  • Los amorreos contuvieron en la montaña a los de Dan y no los dejaron bajar a la llanura; (Jueces 1, 34)

  • Los madianitas, los amalecitas y la gente del oriente se habían unido. Atravesaron el Jordán y vinieron a acampar en la llanura de Yezrael. (Jueces 6, 33)

  • Aquéllos cogieron en sus manos los cántaros y trompetas del pueblo. A todos los demás hombres de Israel los mandó a cada uno a su tienda, quedándose sólo con los trescientos. El campamento de los madianitas estaba debajo del suyo, en la llanura. (Jueces 7, 8)

  • Él prosiguió: "Ocurra lo que ocurra, yo voy corriendo". Joab le dijo: "Pues, ¡hala!, corre". Ajimás corrió por el camino de la llanura y adelantó al cusita. (II Samuel 18, 23)

  • Los súbditos del rey de Siria le dijeron: "El dios de ellos es dios de las montañas; por eso nos han vencido; pero luchemos contra ellos en la llanura, y verás cómo los venceremos. (I Reyes 20, 23)

  • Luego tú reunirás un ejército como el que perdiste, una caballería como aquélla y carros en igual número. Les presentaremos batalla en la llanura, y verás cómo los venceremos". El rey escuchó sus razones y obró de esta manera. (I Reyes 20, 25)

  • Pero el ejército de los caldeos persiguió al rey y lo alcanzó en la llanura de Jericó; todo el ejército lo abandonó y se dispersó. (II Reyes 25, 5)

  • A continuación trabajaron los sacerdotes que habitaban en la llanura. (Nehemías 3, 22)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina