Trouvé 84 Résultats pour: Malo

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor y siguió los caminos de Jeroboán y los pecados con que hizo pecar a Israel. (I Reyes 15, 34)

  • El Señor, por medio del profeta Jehú, hijo de Jananí, dirigió su palabra contra Basá y contra su casa, no sólo por todo lo malo que hizo a los ojos del Señor, irritándole con sus acciones y haciéndose semejante a la casa de Jeroboán, sino por haber exterminado a ésta. (I Reyes 16, 7)

  • por causa de los pecados que había cometido haciendo lo que es malo a los ojos del Señor y siguiendo los caminos de Jeroboán y sus pecados, con los que había hecho pecar a Israel. (I Reyes 16, 19)

  • Omrí hizo lo que es malo a los ojos del Señor, y aun obró peor que sus predecesores; (I Reyes 16, 25)

  • Ajab hizo lo que es malo a los ojos del Señor, más que todos sus predecesores; (I Reyes 16, 30)

  • Ajab dijo a Elías: "¿Así que me has sorprendido, enemigo mío?". "Sí, te he sorprendido -respondió Elías-; por haberte prestado a hacer lo que es malo a los ojos del Señor, (I Reyes 21, 20)

  • En verdad no hubo nadie que como Ajab se prestase a hacer lo que es malo a los ojos del Señor, a lo cual le incitaba su esposa Jezabel, (I Reyes 21, 25)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor e imitó la conducta de su padre, de su madre y de Jeroboán, hijo de Nabat, el que hizo pecar a Israel. (I Reyes 22, 53)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor, aunque no tanto como su padre y su madre, pues retiró la estela de Baal, que su padre había hecho. (II Reyes 3, 2)

  • Él ordenó: "Traedme harina". La echó en la olla, y añadió: "Sírveles ahora". Y en la olla no se encontró ya nada malo. (II Reyes 4, 41)

  • Siguió la conducta de los reyes de Israel y de la casa de Ajab, pues estaba casado con una hija de este. Hizo lo que es malo a los ojos del Señor. (II Reyes 8, 18)

  • Siguió la conducta de la casa de Ajab, haciendo lo que es malo a los ojos del Señor, como la casa de Ajab, con la cual estaba emparentado. (II Reyes 8, 27)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina