Trouvé 51 Résultats pour: Trompeta

  • Tocad la trompeta, esté todo preparado. Ninguno marchará a combatir, porque mi furor se cierne sobre todo el pueblo. (Ezequiel 7, 14)

  • y éste, viendo avanzar la espada sobre el país, toca la trompeta y da la alarma al pueblo, (Ezequiel 33, 3)

  • aquel que haya oído el sonido de la trompeta, si no hace caso y la espada, llegando, le sorprende, será él mismo responsable de su propia muerte. (Ezequiel 33, 4)

  • Oyó el sonido de la trompeta, pero no hizo caso. Por tanto, él es el culpable de su muerte, pues si hubiera hecho caso, habría salvado su vida. (Ezequiel 33, 5)

  • Si, por el contrario, el centinela, al ver que la espada se acerca, no da la alarma con la trompeta y el pueblo no es prevenido, y la espada, irrumpiendo, hiere a alguno, éste perecerá por su culpa, pero de su sangre pediré yo cuentas al centinela. (Ezequiel 33, 6)

  • Tocad el cuerno en Guibeá, la trompeta en Ramá; dad la alarma en Bet-Avén; y tú, alerta, Benjamín. (Oseas 5, 8)

  • ¡Emboca la trompeta! Hay un águila sobre la casa del Señor, porque han violado mi alianza, han quebrantado mi ley. (Oseas 8, 1)

  • ¡Tocad la trompeta en Sión, dad la alarma sobre mi monte santo; tiemblen todos los habitantes del país, porque llega el día del Señor, porque está cerca! (Joel 2, 1)

  • ¡Tocad la trompeta en Sión, proclamad un ayuno sagrado, convocad una asamblea, (Joel 2, 15)

  • enviaré fuego contra Moab, que devorará los palacios de Queriot, y Moab morirá en el fragor entre el clamor bélico y el sonido de la trompeta; (Amós 2, 2)

  • ¿Sonará la trompeta en la ciudad sin que el pueblo se alarme? ¿Sucederá en la ciudad una desgracia sin que el Señor la haya causado? (Amós 3, 6)

  • El Señor aparecerá sobre ellos, y lanzará sus flechas como rayos. El Señor tocará la trompeta y marchará en los torbellinos del sur. (Zacarías 9, 14)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina