Trouvé 1816 Résultats pour: censo de Israel

  • Todo esto por la rebeldía de Jacob, por los pecados de la casa de Israel. ¿Cuál es la rebeldía de Jacob? ¿No es acaso Samaría? ¿Cuál es el pecado de Judá? ¿No es acaso Jerusalén? (Miqueas 1, 5)

  • Unce al carro los corceles, tú que habitas en Laquis, origen de los pecados de la hija de Sión, porque en ti se han encontrado las rebeliones de Israel. (Miqueas 1, 13)

  • Por eso habrás de renunciar a Moréset-Gat; Bet-Aczib será una desilusión para los reyes de Israel. (Miqueas 1, 14)

  • También a vosotros os traeré un conquistador, habitantes de Maresá. Hasta Adulán llegará la gloria de Israel. (Miqueas 1, 15)

  • Yo te reuniré, Jacob, todo entero, reuniré el resto de Israel; los reuniré como rebaño en el aprisco, como rebaño en la pradera, y no tendrán miedo de nadie. (Miqueas 2, 12)

  • Escuchad, jefes de Jacob, magistrados de la casa de Israel. ¿No es cosa vuestra conocer el derecho? (Miqueas 3, 1)

  • Yo, en cambio, estoy lleno de fuerza, gracias al espíritu del Señor, de justicia y de fortaleza, para anunciar a Jacob su delito y a Israel su pecado. (Miqueas 3, 8)

  • Escuchad esto, jefes de la casa de Jacob, y vosotros, jueces de la casa de Israel, que despreciáis la justicia y torcéis el derecho, (Miqueas 3, 9)

  • Y ahora prepara tu defensa, hija guerrera; nos cercan con trincheras, con vara hieren la mejilla del juez de Israel. (Miqueas 4, 14)

  • Y tú, Belén Éfrata, la más pequeña entre los clanes de Judá, de ti me saldrá el que ha de reinar en Israel. Sus orígenes vienen de antiguo, de tiempos remotos. (Miqueas 5, 1)

  • Por eso el Señor los abandonará hasta el tiempo en que dé a luz la que ha de dar a luz. Entonces el resto de sus hermanos volverá a los hijos de Israel. (Miqueas 5, 2)

  • Escuchad, montes, el pleito del Señor, prestad oído, cimientos de la tierra, pues el Señor pleitea con su pueblo, entra en juicio contra Israel. (Miqueas 6, 2)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina