Trouvé 503 Résultats pour: cuerpo de Cristo

  • a quienes Dios quiso descubrir cuál es la riqueza sublime de este secreto entre los paganos, que es Cristo entre vosotros, la esperanza de la gloria, (Colosenses 1, 27)

  • con miras a lo cual me fatigo y lucho apoyado en la fuerza de Cristo, que obra poderosamente en mí. (Colosenses 1, 29)

  • para que cobren ánimo, se mantengan unidos en el amor y alcancen así el conocimiento pleno de todo y descubran el secreto de Dios, que es Cristo, (Colosenses 2, 2)

  • Pues, aunque corporalmente me hallo ausente, en espíritu me encuentro en vuestra compañía, complaciéndome al ver la disposición inquebrantable de vuestra fe en Cristo. (Colosenses 2, 5)

  • Cuidado con que nadie os engañe con falsas teorías y vanos razonamientos, apoyados en las tradiciones de los hombres y en los elementos del mundo, y no en Cristo. (Colosenses 2, 8)

  • En él también fuisteis circuncidados con una circuncisión hecha no por la mano del hombre, sino con la circuncisión de Cristo, que consiste en despojaros de vuestros apetitos carnales. (Colosenses 2, 11)

  • En el bautismo fuisteis sepultados con Cristo, habéis resucitado también con él por la fe en el poder de Dios, que lo resucitó de entre los muertos. (Colosenses 2, 12)

  • lo cual es una sombra del futuro, cuyo fundamento es Cristo. (Colosenses 2, 17)

  • en lugar de adherirse a la cabeza, por la que todo el cuerpo, sustentado y ligado por las articulaciones y junturas, aumenta su crecimiento en Dios. (Colosenses 2, 19)

  • Si habéis muerto con Cristo a los elementos del mundo, ¿por qué os sometéis como si todavía fueseis del mundo a preceptos como: (Colosenses 2, 20)

  • Estas cosas pueden tener un aspecto de sabiduría, porque manifiestan cierta religiosidad, cierta humildad y un desprecio por el cuerpo; pero, en realidad, no tienen valor alguno, pues sólo tienden a satisfacer los apetitos carnales. (Colosenses 2, 23)

  • Por consiguiente, si habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la diestra de Dios; (Colosenses 3, 1)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina