Trouvé 47 Résultats pour: grandeza

  • Era imponente por su grandeza, por la amplitud de su ramaje, porque hundía sus raíces junto a aguas generosas. (Ezequiel 31, 7)

  • Pues bien, esto dice el Señor Dios: Por haberse estirado en su altura levantando su copa hasta las nubes, y haberse engreído su corazón por su grandeza, (Ezequiel 31, 10)

  • ¿A quién te pareces en majestad y grandeza de entre los árboles de Edén? Pues también tú serás precipitado con los árboles de Edén a las moradas subterráneas, y entre incircuncisos yacerás con las víctimas de la espada. Tal será la suerte del Faraón y de todos sus súbditos", dice el Señor Dios. (Ezequiel 31, 18)

  • Así manifestaré mi grandeza y mi santidad, me daré a conocer a los ojos de muchos pueblos y sabrán que yo soy el Señor. (Ezequiel 38, 24)

  • eres tú, oh rey, que te has hecho grande y poderoso, tanto que tu grandeza ha crecido y ha llegado hasta el cielo y tu poder hasta los confines del mundo. (Daniel 4, 19)

  • Y el reino, el poder y la grandeza de los reinos que hay bajo todo el cielo serán entregados al pueblo de los santos del altísimo; su reino será un reino eterno y todos los imperios le servirán y estarán sujetos a él. (Daniel 7, 27)

  • Es espantoso y terrible; su fuerza y su derecho es su grandeza. (Habacuc 1, 7)

  • Y todos se quedaron atónitos ante la grandeza de Dios. Mientras todos estaban admirados por las cosas que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: (Lucas 9, 43)

  • ¿O es que desprecias la grandeza de su bondad, de su paciencia y de su generosidad, y no te das cuenta de que la bondad de Dios te empuja al arrepentimiento? (Romanos 2, 4)

  • y cuál la excelsa grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, según la fuerza de su poderosa virtud, (Efesios 1, 19)

  • El poder divino nos ha otorgado todo lo necesario para la vida y la piedad, dándonos a conocer al que nos ha llamado por su propia gloria y su grandeza. (II Pedro 1, 3)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina