Trouvé 43 Résultats pour: habita

  • Pues bien, esto dice el Señor acerca del rey que se sienta en el trono de David y de todo el pueblo que habita esta ciudad, hermanos vuestros que no fueron deportados como vosotros. (Jeremías 29, 16)

  • Dad una tumba a Moab, porque está totalmente devastada. Sus ciudades son como un desierto: nadie ya habita en ellas. (Jeremías 48, 9)

  • ¡En pie, subid contra un pueblo tranquilo, que vive confiado -dice el Señor-, que no tiene puertas ni cerrojos y habita solitario! (Jeremías 49, 31)

  • Judá está desterrada en la miseria y en dura esclavitud; habita en medio de las gentes y no encuentra descanso; la acosan todos sus perseguidores entre las angosturas. (Lamentaciones 1, 3)

  • Contéstales: Esto dice el Señor Dios: Este oráculo se refiere al rey de Jerusalén y a toda la casa de Israel que habita en ella. (Ezequiel 12, 10)

  • Tu hermana mayor es Samaría, que, junto con sus hijas, habita a tu izquierda, y tu hermana menor es Sodoma, que, junto con sus hijas, habita a tu derecha. (Ezequiel 16, 46)

  • Iré a saquear, a pillar botín, a extender la mano sobre ruinas repobladas y sobre un pueblo congregado de entre las naciones, que está entregado a reponer el ganado y la hacienda y que habita en el corazón de la tierra. (Ezequiel 38, 12)

  • ¿Cómo podrá esperar el bien la que habita en Marot? Porque ha llegado la desgracia de parte del Señor a las puertas de Jerusalén. (Miqueas 1, 12)

  • y el que jura por el santuario jura por él y por quien lo habita, (Mateo 23, 21)

  • Pero el altísimo no habita en obras hechas por manos de hombres, como dice el profeta: (Hechos 7, 48)

  • El Dios que ha hecho el mundo y todo l que hay en él, siendo señor del cielo y de la tierra, no habita en templos construidos por la mano del hombre. (Hechos 17, 24)

  • pero vosotros no vivís según la carne, sino según el espíritu, si es que el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pues si alguno no tiene el Espíritu de Cristo no es de Cristo. (Romanos 8, 9)


“O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina