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Ajitófel dijo a Absalón: "Déjame elegir doce mil hombres para ir en persecución de David esta noche. (II Samuel 17, 1)
Y añadió: "Tú conoces a tu padre y a sus hombres; son valientes y están furiosos como una osa a la que se ha quitado la cría en el campo. Tu padre es un guerrero y no pasará la noche con el pueblo. (II Samuel 17, 8)
Mandad rápidamente a comunicárselo a David y a decirle que no pase la noche en las llanuras del desierto; que pase enseguida al otro lado, para que no sea exterminado él y todos los que le acompañan". (II Samuel 17, 16)
Levántate, sal y habla al corazón de tus soldados; porque te juro por el Señor que, si no sales, no quedará contigo esta noche ni un solo hombre, y esto sería para ti el mayor de todos los males que hayan venido sobre ti desde tu juventud hasta hoy". (II Samuel 19, 8)
Rispá, hija de Ayá, extendió un saco en la roca y allí estuvo, desde el principio de la siega hasta que llegaron las lluvias, sin dejar que las aves del cielo se lanzasen sobre sus cadáveres durante el día ni las bestias del campo durante la noche. (II Samuel 21, 10)
En Gabaón el Señor se apareció a Salomón en sueños durante la noche y le dijo: "Pide lo que quieras y yo te lo daré". (I Reyes 3, 5)
Una noche murió el hijo de esta mujer, por haberse acostado ella sobre él; (I Reyes 3, 19)
ten tus ojos noche y día fijos sobre este templo, sobre este lugar del que dijiste: mi nombre estará aquí; y escucha la plegaria que tu siervo haga en este lugar. (I Reyes 8, 29)
Que estas palabras con que he suplicado al Señor estén presentes ante él día y noche, a fin de que en todo tiempo defienda la causa de su siervo y de su pueblo Israel, (I Reyes 8, 59)
Llegó y pasó la noche en una cueva. El Señor le dijo: "¿Qué haces aquí, Elías?". (I Reyes 19, 9)
y él envió allá caballos, carros y un fuerte contingente de tropas. Llegaron de noche y cercaron la ciudad. (II Reyes 6, 14)
El rey se levantó, de noche como era, y dijo a sus oficiales: "Yo os aclararé lo que han tramado contra nosotros los sirios. Sabiendo que nosotros estamos hambrientos, han salido del campamento para esconderse en el campo, diciendo: Sin duda saldrán de la ciudad, y entonces los coparemos vivos y entraremos en la ciudad". (II Reyes 7, 12)