Trouvé 29 Résultats pour: pedir

  • Convocaron la asamblea a fin de prepararse para la guerra, y para rezar y pedir a Dios piedad y misericordia. (I Macabeos 3, 44)

  • Los asideos fueron los primeros entre los israelitas en pedir la paz, (I Macabeos 7, 13)

  • Pero los soldados del Macabeo, después de hacer súplicas y pedir al Señor que viniera a luchar a su lado, atacaron las fortalezas de los idumeos. (II Macabeos 10, 16)

  • Si un hombre alimenta rencor contra otro, ¿cómo podrá pedir al Señor perdón? (Eclesiástico 28, 3)

  • Entonces las ciudades de Judá y los habitantes de Jerusalén podrán ir a pedir auxilio a los dioses a quienes han quemado incienso; a buen seguro que estos dioses no los salvarán en el día de su angustia. (Jeremías 11, 12)

  • Tampoco son capaces de dar ni riquezas ni dinero. Si alguien les hace una promesa y no la cumple, no pueden pedir cuentas. (Baruc 6, 34)

  • Y vosotros, ¿qué tenéis que ver conmigo, Tiro, Sidón y regiones todas de Filistea? ¿Me vais a pedir cuentas acaso de mi proceder? ¿Queréis vengaros de mí? Entonces rápidamente haré recaer la venganza sobre vuestra cabeza: (Joel 4, 4)

  • ¿O crees que no puedo pedir ayuda a mi Padre, que me mandaría ahora mismo más de doce legiones de ángeles? (Mateo 26, 53)

  • Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, se le acercaron y dijeron: "Maestro, queremos que hagas lo que te vamos a pedir". (Marcos 10, 35)

  • Entonces los vecinos y los que solían verlo pidiendo limosna decían: "¿No es éste el que se sentaba a pedir?". Unos decían: "Es éste". (Juan 9, 8)

  • Todos los días llevaban a un cojo de nacimiento y lo ponían a la puerta del templo llamada Hermosa para pedir limosna a los que entraban. (Hechos 3, 2)

  • Y reconocían que era el que solía sentarse junto a la puerta Hermosa a pedir limosna; y se quedaron admirados y desconcertados por lo que le había sucedido. (Hechos 3, 10)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina