Trouvé 111 Résultats pour: polvo

  • Ben Hadad mandó a decirle: "Esto y cosa peor hagan conmigo los dioses si el polvo de Samaría basta para llenar los puños de toda la gente que me sigue". (I Reyes 20, 10)

  • Por eso no dejó a Joacaz otra gente que cincuenta jinetes, diez carros y diez mil infantes, porque el rey de Siria los había destruido y reducido como el polvo de la trilla. (II Reyes 13, 7)

  • Destruyó los altares que había sobre el terrado de la estancia superior de Acaz, construidos por los reyes de Judá, y los altares que Manasés había levantado en los dos atrios del templo del Señor; los hizo allí pedazos y arrojó el polvo al torrente Cedrón. (II Reyes 23, 12)

  • Destruyó el altar que había en Betel, y el santuario que había construido Jeroboán, hijo de Nabat, el que había inducido a Israel a pecar; hizo pedazos sus piedras, reduciéndolas a polvo, y quemó el cipo sagrado. (II Reyes 23, 15)

  • Ahora se cumple, Señor Dios, la promesa hecha a mi padre David, ya que tú me has constituido rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra. (II Crónicas 1, 9)

  • Fueron destruidos en su presencia los altares de Baal y los cipos que había sobre ellos. Rompió las imágenes de Aserá, los ídolos y las estatuas; los hizo polvo y lo esparció sobre las tumbas de quienes les habían ofrecido sacrificios. (II Crónicas 34, 4)

  • Haz conmigo lo que quieras; quítame la vida, para que desaparezca de la faz de la tierra y me convierta en polvo; porque prefiero la muerte a la vida; pues los insultos mentirosos que he escuchado me han causado una profunda pena. Líbrame, Señor, de esta angustia, y llegue yo a la eterna morada. No apartes, Señor, tu faz de mí, pues la muerte es preferible a ver tanta miseria en mi vida y a escuchar tantas injurias". (Tobías 3, 6)

  • Se despojó de sus vestiduras reales y se puso vestidos de llanto y de duelo; en vez de olorosos perfumes, cubrió su cabeza de polvo y ceniza, mortificó duramente su cuerpo con ayunos y ocultó la espléndida belleza de su cuerpo con sus cabellos en desorden. (Ester 14, 2)

  • Al levantar sus ojos desde lejos no lo reconocieron, y se pusieron a llorar a grandes voces, rasgando cada uno su manto y esparciendo polvo sobre sus cabezas. (Job 2, 12)

  • ¡cuánto más en los habitantes de estas casas de arcilla, que apoyan sus cimientos en el polvo! Se les aplasta igual que a la polilla, (Job 4, 19)

  • Pues no nace del polvo la miseria, ni de la tierra la aflicción germina. (Job 5, 6)

  • Muy pronto yaceré en el polvo; me buscarás, y ya no existiré. (Job 7, 22)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina