Trouvé 233 Résultats pour: primera cuenta

  • Entonces Pedro, dándose cuenta de lo que pasaba, dijo: "Ahora sé realmente que el Señor ha enviado su ángel y me ha arrancado de la mano de Herodes y de todo lo que esperaba el pueblo judío". (Hechos 12, 11)

  • Pero ellos se dieron cuenta y huyeron a las ciudades de Licaonia, Listra y Derbe y sus alrededores, (Hechos 14, 6)

  • Pero cuando se dieron cuenta de que era judío, todos a una gritaron por espacio de casi dos horas: "¡Grande es la Diana de los efesios!". (Hechos 19, 34)

  • Al instante los que iban a torturarlo para hacerlo hablar se fueron. Y el comandante tuvo miedo, al darse cuenta de que era romano y que lo había encadenado. (Hechos 22, 29)

  • ¿O es que desprecias la grandeza de su bondad, de su paciencia y de su generosidad, y no te das cuenta de que la bondad de Dios te empuja al arrepentimiento? (Romanos 2, 4)

  • en cambio, al que no trabaja, pero cree en el que justifica al culpable, su fe se le cuenta como justicia. (Romanos 4, 5)

  • Así también David llama bienaventurado al hombre a quien Dios le cuenta la justicia independientemente de las obras: (Romanos 4, 6)

  • Dichoso aquel a quien el Señor no le tiene en cuenta su delito. La circuncisión, señal de la justicia por la fe. (Romanos 4, 8)

  • Porque decimos que a Abrahán la fe le fue contada como justicia. ¿Cuándo le fue tenido esto en cuenta? ¿Antes o después de la circuncisión? No después, sino antes. (Romanos 4, 10)

  • Pues ya antes de la ley se cometían delitos en el mundo, pero cuando no hay ley, el delito no se toma en cuenta; (Romanos 5, 13)

  • Pero digo además: ¿Será que Israel no se ha dado cuenta? Moisés dice: Yo os provocaré a celos de uno que no es mi pueblo, y os irritaré contra un pueblo insensato. (Romanos 10, 19)

  • Tened en cuenta en qué tiempos estamos: ya es hora de despertar del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros la salvación que cuando abrazamos la fe. (Romanos 13, 11)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina