Trouvé 233 Résultats pour: primera cuenta

  • su ejército cuenta con 41.500 hombres según el censo. (Números 2, 28)

  • su ejército cuenta con 53.400 hombres según el censo. (Números 2, 30)

  • Ésta fue la primera marcha bajo la orden del Señor dada por medio de Moisés. (Números 10, 13)

  • Moisés respondió: "¿Seiscientos mil hombres de a pie cuenta el pueblo en medio del cual me encuentro, y tú dices: Yo les daré a comer carne durante un mes entero? (Números 11, 21)

  • Ofreceréis los primeros granos de la era y un pan amasado con la primera harina. (Números 15, 20)

  • Sí, desde la cima de la roca lo veo, desde lo alto de las colinas lo contemplo. Es un pueblo que vive aparte, que no se cuenta entre las naciones. (Números 23, 9)

  • la herencia de cada tribu se repartirá por suertes, teniendo en cuenta el número mayor y menor. (Números 26, 56)

  • No tengáis en cuenta en vuestros juicios la apariencia de la persona; oíd a los pequeños lo mismo que a los grandes sin temor a nadie, pues el juicio pertenece a Dios. Y si os encontráis con alguna causa difícil, traedla a mí para que yo la resuelva. (Deuteronomio 1, 17)

  • Me postré luego en presencia del Señor. Como la primera vez, estuve durante cuarenta días sin comer ni beber por causa del pecado que vosotros habíais cometido haciendo lo que es malo a los ojos del Señor hasta el punto de irritarle; (Deuteronomio 9, 18)

  • Como la primera vez, el Señor escribió sobre las tablas los diez mandamientos que él os había dictado sobre la montaña en medio del fuego, el día de la asamblea, y me las dio. (Deuteronomio 10, 4)

  • Yo estuve en la montaña, como la primera vez, cuarenta días y cuarenta noches. El Señor me escuchó todavía esta vez y renunció a vuestra destrucción. (Deuteronomio 10, 10)

  • Es reo de muerte, y tu mano sea la primera sobre él, continuando la mano de todo el pueblo su ejecución. (Deuteronomio 13, 10)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina