Trouvé 147 Résultats pour: territorio

  • Pero no dejó a Israel cruzar su territorio. Reunió a todo su pueblo, salió al encuentro de Israel en el desierto, alcanzándolo en Yahás, donde le dio batalla. (Números 21, 23)

  • Israel lo derrotó al filo de la espada, y conquistó su territorio desde el Arnón hasta el Yaboc, hasta los amonitas, pues Yahás estaba en la frontera de los amonitas. (Números 21, 24)

  • pues Jesbón era la residencia de Sijón, rey de los amorreos. Éste había hecho anteriormente la guerra al rey de Moab y le había arrebatado todo el territorio hasta el Arnón. (Números 21, 26)

  • El Señor dijo a Moisés: "No le temas, pues lo he entregado en tus manos, a él, a su pueblo y su territorio. Trátale como trataste a Sijón, rey de los amorreos, que habitaba en Jesbón". (Números 21, 34)

  • Le derrotaron a él, a sus hijos y a todo su pueblo sin dejar escapar a nadie, y se apoderaron de su territorio. (Números 21, 35)

  • entonces, una vez sometida la tierra al Señor, podréis volver y quedaréis exonerados ante el Señor y ante Israel, y este territorio será vuestra propiedad en presencia del Señor. (Números 32, 22)

  • "Ordena a los israelitas: Cuando entréis en la tierra de Canaán, el territorio de vuestra heredad será el siguiente: la tierra de Canaán según sus fronteras. (Números 34, 2)

  • Si el homicida sale del territorio de la ciudad de asilo donde está refugiado (Números 35, 26)

  • y el vengador de sangre lo encuentra fuera del territorio de su ciudad de refugio, podrá matarlo sin ninguna responsabilidad, (Números 35, 27)

  • Da esta orden al pueblo: Vais a pasar a través del territorio de vuestros hermanos, los hijos de Esaú, que habitan en Seír. Os tendrán miedo; pero tened cuidado; (Deuteronomio 2, 4)

  • Tengo intención de atravesar tu territorio; pero mi camino será directo, sin desviarme ni a la derecha ni a la izquierda. (Deuteronomio 2, 27)

  • El Señor me dijo: He empezado a entregarte a Sijón y a su país. Comienza la conquista y aduéñate de su territorio. (Deuteronomio 2, 31)


“Caminhe com alegria e com o coração o mais sincero e aberto que puder. E quando não conseguir manter esta santa alegria, ao menos não perca nunca o valor e a confiança em Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina