Trouvé 192 Résultats pour: vasos de honor

  • Pero una vez más retiré mi mano y cambié de propósito en honor a mi nombre, para que no fuese vilipendiado ante las gentes, en cuya presencia los había hecho salir. (Ezequiel 20, 22)

  • Y sabréis que yo soy el Señor, cuando actúe con vosotros en honor a mi nombre, y no con arreglo a vuestra detestable conducta, oh casa de Israel, dice el Señor Dios. (Ezequiel 20, 44)

  • Así Daniel vivió en gran honor en el reinado de Darío y en el reinado de Ciro el persa. (Daniel 6, 29)

  • Llevará a Egipto como botín a sus dioses, sus simulacros y sus vasos preciosos de plata y oro, y durante algunos años prevalecerá sobre el rey del norte. (Daniel 11, 8)

  • Los babilonios tenían un ídolo llamado Bel, en cuyo honor gastaban diariamente más de seis hectólitros de flor de harina, cuarenta ovejas y más de dos hectólitros de vino. (Daniel 14, 3)

  • Le haré rendir cuentas de sus fiestas en honor de los baales, a quienes quemaba incienso ataviada de anillos y collares para correr tras sus amantes, olvidándose de mí -dice el Señor-. (Oseas 2, 15)

  • A las mujeres de mi pueblo las echáis de las casas que amaban, y quitáis para siempre a sus hijos el honor que yo les he dado. (Miqueas 2, 9)

  • El hijo honra a su padre, el siervo honra a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está el honor que me pertenece? Y si soy señor, ¿dónde el respeto que se me debe?, dice el Señor todopoderoso justamente a vosotros, sacerdotes, que mientras despreciáis mi nombre, todavía decís: ¿En qué hemos despreciado tu nombre? (Malaquías 1, 6)

  • ¿Cómo podéis creer, si sólo buscáis honores los unos de los otros, y no buscáis el honor que viene del Dios único? (Juan 5, 44)

  • El que habla por su propia cuenta busca su propio honor; pero el que busca el honor del que lo ha enviado es veraz, y en él no hay injusticia. (Juan 7, 18)

  • Yo no busco mi honor; hay quien lo busca, y él hará justicia. (Juan 8, 50)

  • Jesús respondió: "Si yo me diera a mí mismo el honor, mi honor no sería nada. Es mi Padre el que me honra; el que decís vosotros que es vuestro Dios, (Juan 8, 54)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina