9. después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportó desde Jerusalén y llevó a Babilonia a Jeconías, a los príncipes, a los rehenes, a los nobles y a la gente del país.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina