Eclesiástico, 40
26. La riqueza y la fuerza reconfortan el corazón, pero más todavía el temor del Señor. Con el temor del Señor, nada falta, y ya no es necesario buscar otra ayuda.
26. La riqueza y la fuerza reconfortan el corazón, pero más todavía el temor del Señor. Con el temor del Señor, nada falta, y ya no es necesario buscar otra ayuda.
“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina