5. Incluso, sobornaron contra ellos a algunos consejeros, para hacer fracasar el proyecto, y lo consiguieron durante todo el tiempo de Ciro, rey de Persia, hasta el reinado de Darío, rey de Persia.





“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina