6. Y la prueba de que ustedes son hijos, es que Dios envió a nuestros corazones el Espíritu de su Hijo, que clama a Dios llamándolo: ¡Abba!, es decir, ¡Padre!





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina