33. Luego volvió a concebir, y tuvo otro hijo. Entonces exclamó: "El Señor se dio cuenta de que yo no era amada, y por eso me dio también a este". Y lo llamó Simeón.





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina